La declaración de la impresionante cueva en Asturias como Patrimonio de la Humanidad constituye un hito significativo para la conservación y reconocimiento de nuestro legado natural. Este reconocimiento internacional resalta la extraordinaria belleza y valor cultural de este singular enclave ubicado en la región de Asturias. La cueva, con sus formaciones geológicas únicas y antigua historia, se erige como un testimonio vivo de la riqueza natural que debemos preservar para las generaciones futuras. Esta distinción nos invita a apreciar y proteger nuestro patrimonio natural como parte inseparable de nuestro legado común.
La impresionante Cuevona de Ardines en Asturias es declarada Patrimonio de la Humanidad
En España se encuentran valiosas muestras de arte rupestre que son auténticas joyas. Una de las más impresionantes se ubica cerca del pueblo de Ribadesella, en Asturias. La Cuevona de Ardines, de gran belleza y espectacularidad, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. En sus casi 300 metros de longitud alberga un importante yacimiento arqueológico con restos de arte rupestre paleolítico. Esta cueva es además el único acceso para llegar al pueblo de Cuevas del Agua, integrada en el Macizo de Ardines.
Descubre la majestuosa cueva en Asturias que es hogar de arte rupestre paleolítico
La Cuevona de Ardines se sitúa en la parte baja del macizo, entre el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo y la Cueva de Ardines, siendo un lugar sorprendente que también se puede visitar. Se cree que esta cavidad prehistórica conectaba con la cueva de Tito Bustillo en su parte oriental, pero un derrumbe ocurrido hace milenios impidió dicha conexión.
En la Cuevona destaca su sala central, una planta circular de aproximadamente ochenta metros de diámetro con una cúpula natural de 40 metros de altura. Esta sala cuenta con una acústica tan especial que cada verano alberga conciertos de música clásica en su interior. Para acceder a esta cueva natural, es necesario subir 300 escalones de piedra.
Qué ver y hacer cerca de la Cuevona
A través de la Cuevona de Ardines se llega a Cuevas del Agua, un encantador pueblo escondido tras esta gran gruta natural y ubicado junto a un riachuelo que desemboca en el río Sella. Se recomienda disfrutar de un paseo por esta singular aldea asturiana, que destaca no solo por su acceso peculiar, sino también por contar con el mayor número de hórreos en todo el municipio.
Para los amantes del senderismo, la Ruta de los Molinos es una excelente opción, con un recorrido de más de 9 kilómetros que parte desde el mismo pueblo de Cuevas. Además, se puede visitar la cercana Ribadesella, un pueblo situado a solo siete kilómetros de la Cuevona, donde se puede disfrutar de su casco histórico y subir hasta la ermita de Guía para contemplar una vista panorámica de la villa y el puerto.
Cómo llegar a la Cuevona
Para llegar a la Cuevona de Ardines desde Ribadesella, se debe dirigir al casco urbano, cruzar el puente en dirección a la playa y tomar el primer desvío hacia las Cuevas de Tito Bustillo. Tras pasar los pueblos de La Huertona y Sardalla, se encuentra la señalización hacia Cuevas del Agua. Una vez allí, continuar por la carretera hasta el final. Al llegar, se puede dejar el coche en los aparcamientos exteriores y acceder a la cueva y al pueblo a pie. La visita es guiada y dura aproximadamente 45 minutos, incluida en la entrada al Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo.
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