La noticia titulada Solicita en línea que adivinen su edad y se sorprende con las respuestas recibidas revela la inesperada experiencia vivida por un usuario al solicitar a desconocidos en internet que intenten adivinar su edad. Lo que inició como un simple juego de entretenimiento, pronto se convirtió en un sorprendente proceso en el que diferentes personas, basándose en fotos del individuo, intentaron acertar cuántos años tenía. La diversidad de respuestas recibidas generó un impacto inesperado en el protagonista, quien se vio confrontado con estimaciones que variaban significativamente. Este hecho demuestra la complejidad y subjetividad que puede existir al intentar determinar la edad de una persona a través de medios digitales, evidenciando la diversidad de percepciones que existen en torno a este aspecto.
Tiktoker australiana sorprendida por respuestas sobre su edad en línea
La tiktoker australiana Emily Jane se ha atrevido a formular en un vídeo en la red social de vídeos cortos de origen chino una pregunta que no todas las personas querrían afrontar: ¿qué edad aparento? Pero Emily, que tiene 36 años de edad, se ha llevado unas cuantas sorpresas al comprobar lo que han respondido los internautas tras ver el vídeo en el que la creadora de contenido pide las respuestas.
La clave de todo es el pelo de Emily. La joven luce una cabellera blanca, después de decidir dejar de tintarse el pelo hace algunos años. Abandoné el tinte y acepté mis canas durante el confinamiento, dice la mujer, que confiesa que empezó a tener canas a partir de los 19 años y que no se ha sometido a ningún cambio estético.
Así, las respuestas de los internautas han ido hasta los 57, pero la mayoría han situado la edad de Emily Jane en los 40 o más. La tiktoker dice también que sus ojeras, acumuladas por cuidar a su hijo pequeño, tampoco ayudan.
Emily Jane ha decidido crear Dawn & Dusk Co., una marca de pijamas que fomenta la autoaceptación entre las mujeres. Cuando una mujer se siente cómoda, todo lo demás se alinea. Puede hacer cosas increíbles cuando no está paralizada por la necesidad de ser aceptada, dice.
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