El restaurante que ha hecho de la maduración de pescados su seña de identidad: Convertimos el producto bueno en muy bueno
La maduración de pescados se ha convertido en la clave del éxito para un restaurante que busca destacar en el mundo culinario. Con una premisa clara y contundente, este establecimiento ha logrado diferenciarse al transformar el producto bueno en muy bueno. Su enfoque meticuloso en el proceso de maduración ha permitido ofrecer a sus comensales una experiencia gastronómica única y exquisita.
La apuesta por la calidad y la excelencia se refleja en cada plato que sale de su cocina, donde el sabor y la textura de los pescados madurados alcanzan su máximo esplendor. Sin duda, este restaurante ha sabido captar la atención de los amantes de la buena mesa y se ha consolidado como un referente en el arte de la maduración de pescados.
Bistronómika: el templo madrileño donde el pescado se convierte en excelencia
Visitamos el restaurante Bistronómika de Madrid. Entrar en Bistronómika supone prácticamente cruzar el umbral que te transporta del asfalto de la ciudad a las lonjas de Galicia, de Cádiz o del Mediterráneo, según las exigencias del guion. La primera carta de presentación con la que nos encontramos en este restaurante del madrileño barrio de Retiro es un expositor de trofeos, donde destaca su recién estrenado Sol en la Guía Repsol y los productos del mar con los que Carlos y su equipo deleitan a sus comensales día a día. Tras ellos, la magia, el fuego, la brasa que da vida a esta casa de comidas que venera la parrilla y que junto con el producto de calidad, constituyen el alma mater de Bistronómika.
Carlos Portillo, el maestro en maduración de pescados en Bistronómika
Carlos Portillo se ha ganado a pulso el título de 'cocinero de los pescados reposados'. Su pasión por el mar y su producto lo han llevado a recorrer la costa española en busca de los mejores ingredientes, convirtiendo su despensa en una galería del arte culinario. En Bistronómika, la cocina de Portillo es una cocina libre de florituras y excentricidades, donde el protagonista es el producto de altísima calidad canalizado en la brasa. Portillo hace una principal diferencia entre pescados pequeños y grandes, sometiendo a estos últimos a un proceso de maduración para realzar su sabor y textura.
En Bistronómika, la esencia marina se materializa en una oferta basada en mariscos y pescados a la brasa, acompañados de un exquisito recital cuchareo que merece una visita. La 'No Carta' de este restaurante depende de lo que el mar les aporte en cada momento, ofreciendo productos como ostras, caviar, guiso marinero, entre otros manjares marinos. Además, Bistronómika cuenta con dos menús, Bajamar y Pleamar, que permiten saborear la excelencia de su propuesta gastronómica, destacando platos como la gilda de atún rojo, faba de Coristanco o la gamba roja de Vilanova i la Geltrú.
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