En el suroeste de Portugal, se esconde un rincón misterioso que aún no ha sido descubierto por los turistas masificados. La costa occidental del Algarve es un tesoro escondido que espera ser descubierto por aquellos que buscan algo más que un destino turístico común. Con sus playas ininterrumpidas de aguas cristalinas y acantilados majestuosos que se elevan hacia el cielo, esta región es un paraíso natural que invita a la relajación y la aventura. Prepárate para descubrir un destino único que te transportará a un mundo de belleza y tranquilidad.
Descubre el secreto del Algarve: playas ininterrumpidas y acantilados majestuosos en la Costa Vicentina de Portugal
La región del Algarve y las principales ciudades de Portugal se han convertido en un gran atractivo turístico en los últimos años. Son muchos los viajeros de España que aprovechan escapadas a Lisboa y Oporto o cruzan la frontera para disfrutar de las playas del país vecino.
La Costa Vicentina, un rincón misterioso del Algarve portugués
Poniendo la lupa en el bloque sur de Portugal, el Algarve, encontramos la Costa Vicentina. Esta franja litoral se extiende desde la pequeña villa de Burgau, a unos siete kilómetros de la conocida Praia da Luz, hasta el pueblo de Oceidexe, muy cerca del Alentejo.
La Costa Vicentina presenta una orografía salvaje, con altos y abruptos acantilados que custodian extensos arenales. Todo ello forma parte del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina y en términos territoriales es una región que la comparten los distritos de Setúbal, Beja y Faro.
Un breve recorrido por la Costa Vicentina
Si empezamos por el sur, partiríamos de Burgau, un pequeño pueblo pesquero de fachadas blancas. En dirección al oeste nos topamos con Sagres, con su fortaleza del siglo XV, y el Cabo de San Vicente, el confín del territorio portugués.
A partir del Cabo de San Vicente, solo queda subir por el litoral de Portugal. Hacia el interior está Vila do Bispo, donde podemos hacer una rápida parada para contemplar su iglesia parroquial de estilo barroco cubierta de azulejos.
Volviendo a la costa, se pueden disfrutar de playas que crecen cuando la marea está baja como Barriga, Cordoama y Castelejo.
Un poco más arriba se sitúan playas idóneas para deportes acuáticos como el surf, como las de Vale Figueiras y Bordeira. Se une a estas la playa de Arrifana, cerca de la localidad de Aljezur, un pueblo influenciado por el mar y la montaña con un castillo del siglo X.
El último tramo de la costa Vicentina lo conforman arenales como el de Monte Clérigo, Amoreira, Carriagem y de Dos Homens (en esta última se practica el naturismo). La última parada la encontramos en Odeceixe, un pueblo con una playa de bandera azul y zonas de baño fluviales en la desembocadura del río Seixe.
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