En un año marcado por una inusual actividad sísmica, Islandia ha registrado un nuevo brote volcánico, el quinto en solo seis meses en la región. Esta erupción volcánica se suma a la serie de eventos sísmicos que han sacudido la isla en los últimos meses, generando preocupación entre los expertos y la población local. La actividad volcánica en Islandia es conocida por su intensidad y frecuencia, pero la reciente serie de erupciones ha superado todas las expectativas. Los científicos trabajan arduamente para monitorear la situación y evaluar los posibles riesgos para la población y el medio ambiente.
Nueva erupción volcánica en la península de Reykjanes, la quinta en seis meses
Una nueva erupción volcánica ha surgido en la península de Reykjanes, situada en el suroeste de Islandia, informó la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO). Esta es la quinta erupción en los últimos seis meses.
Según el IMO, la erupción ha sido localizada cerca de Sundhnúk y puede verse a través de las cámaras web de la zona. Los flujos de lava alcanzan los 50 metros de altura y la longitud de la fisura parece ser de un kilómetro y está creciendo, se constata en un comunicado.
Estado de emergencia y evacuación de localidades
Las autoridades islandesas han declarado el estado de emergencia y se han visto obligadas a evacuar la localidad de Grindavík, situada a 50 kilómetros de la capital y en la que residen 3.800 habitantes. La Laguna Azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona, y la central eléctrica de Svartsengi también han tenido que ser desocupados.
Islandia se encuentra en el nivel rojo de emergencia, según informa ElTiempo.es.
Una zona de alta actividad magmática
No es la primera vez que una erupción obliga a evacuar esta localidad, pues el año pasado ya vivió episodios similares debido a la alta actividad magmática. De acuerdo con la geofísica Kristín Jónsdóttir, de la Agencia Meteorológica islandesa, en este caso la fisura en el cráter se ha abierto con fuerza.
La zona había permanecido inactiva durante casi 800 años hasta principios de 2020, cuando comenzó una intensa actividad sísmica en la península, y el magma comenzó a emerger en 2021. Se trata de la octava erupción volcánica en tres años, y la quinta en los últimos meses. La anterior comenzó en marzo y se prolongó durante ocho semanas.
La península de Reykjanes ha experimentado una gran actividad volcánica en los últimos años, lo que ha llevado a la evacuación de localidades y daños materiales.
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