En un nuevo episodio de tensión entre las aerolíneas y las autoridades de Consumo, los títulos de las principales compañías aéreas han decidido rechazar la multa impuesta por la Administración de Consumo. Según los afectados, la sanción infringe la normativa europea, lo que ha generado un gran debate en el sector. La multa, que asciende a varios millones de euros, fue impuesta tras una investigación que reveló una serie de prácticas comerciales desleales por parte de las aerolíneas. Sin embargo, los títulos de las aerolíneas argumentan que la sanción es desproporcionada y que la normativa europea no permite este tipo de medidas. El asunto sigue en el aire, y se espera que en las próximas semanas se produzcan nuevos desarrollos en este enfrentamiento.
Aerolíneas se oponen a multa de Consumo: Va en contra de la normativa europea
Las aerolíneas han respondido de inmediato a la multa de Consumo, que asciende a 150 millones de euros, impuesta a cuatro compañías aéreas -Ryanair, Vueling, easyJet y Volotea- por cobrar el equipaje de cabina y obligar a imprimir el billete. La patronal que representa a un 85% del cielo español, ALA, ha emitido un comunicado en el que expresa su rechazo frontal a la pretensión del Ejecutivo de prohibir el cobro de la maleta de cabina que realizan algunas compañías aéreas y de multar con cuantías desproporcionadas esta práctica.
A juicio de la asociación, los consumidores se verán perjudicados con la decisión de suprimir la opción de los pasajeros de contratar exactamente lo que necesiten. Los consumidores se verán perjudicados, ya que no podrán beneficiarse de pagar solo por los servicios indispensables, obligándoles a contratar servicios que no utilizan, según la patronal.
ALA señala que el proceso por el que Consumo abrió expediente sancionadores a varias compañías sigue abierto y cabe recurso de alzada. Además, argumenta que esta sanción iría en contra de la normativa europea, ya que choca frontalmente con la iniciativa reciente de la Comisión Europea, que aboga por que las compañías aéreas fijen unas franquicias comunes o estándares de equipaje de mano.
La patronal explica que las aerolíneas colaboran con esta normativa en la que se especifica claramente que las tarifas con diferentes servicios adicionales desarrolladas los últimos años han implicado ventajas y más oferta para los pasajeros.
Además, las aerolíneas temen que la decisión de la cartera que dirige Pablo Bustinduy impacte directamente contra la competitividad de España respecto al resto de estados de la UE como destino turístico. Corremos el riesgo de que una parte de esos 50 millones de pasajeros dejen de beneficiarse de pagar solo por los servicios indispensables y opten por otros destinos, con el consiguiente impacto en el PIB, el empleo y la conectividad aérea de nuestro país, añade Gándara.
Deja una respuesta