En un mundo donde la memoria histórica es cada vez más importante, surge la increíble historia de supervivencia de Roger Lebranchu, un hombre que ha alcanzado la edad de 101 años. Lo que hace que su vida sea aún más notable es que es un superviviente de un campo de concentración nazi, una experiencia que pocos pueden contar. Sin embargo, su historia no se limita a la supervivencia, sino que también es portador de la antorcha, un símbolo de esperanza y resistencia en tiempos oscuros. En este artículo, exploraremos la vida de Roger Lebranchu y cómo su experiencia en el campo de concentración nazi lo convirtió en un testigo clave de la historia.
Superviviente de un campo de concentración nazi: la increíble historia de Roger Lebranchu
La vida de Roger Lebranchu es digna de estar en los libros de historia. A punto de cumplir 102 años, el exdeportista ha conseguido un verdadero sueño: llevar la antorcha olímpica por el famoso Mont Saint-Michel.
No obstante, para llegar a ello, hay que conocer la historia del que fuera remero y participara en los Juegos Olímpicos de Londres de 1948, el cual además fue superviviente de un campo de concentración nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El pasado viernes 31 de mayo, Lebranchu tuvo la oportunidad de formar parte del relevo de la antorcha olímpica a través de Francia y encender el pebetero en la etapa que culminó en el Monte Saint-Michel. Lo hizo junto a su nieto Antoine y durante 200 metros, algo que ha tenido una gran recompensa, tal y como él mismo ha explicado: Entrené como para una competición. En los Juegos Olímpicos no gané, pero esta noche tengo la medalla de oro. Y cuando competimos, vamos más allá de nosotros mismo, transcendemos.
El exdeportista ha tenido que entrenar durante varias semanas para conseguir dicho objetivo, agarrado de su nieto y sosteniendo una botella de un litro y medio para simular el peso de la antorcha que iba a portar, además de entrenar en la bicicleta estática todos los días, tal y como ha explicado.
De la Segunda Guerra Mundial a los Juegos Olímpicos
Sin duda un reto más de una vida repleta de dificultades a las que ha sabido interponerse. En este sentido, el remero llegó a los Juegos Olímpicos de Londres tras pasar dos años en el campo de concentración nazi de Buchenwald desde 1943 a 1945.
Lebranchu tuvo que trabajar muy duro, pero consiguió resistir hasta la evacuación al final de la Segunda Guerra Mundial hasta llegar a participar en los juegos de 1948, donde formó parte del barco de ocho con timonel de remo que se quedó en las eliminatorias al perder contra Estados Unidos y Yugoslavia.
Y, aunque en esa ocasión no consiguiera conquistar una medalla, ahora ha tenido la ocasión de tener un papel muy importante en estos Juegos Olímpicos, algo que, sin duda, quedará grabado en su memoria.
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