En los últimos dos años, el precio de la leche en los supermercados ha experimentado un aumento del 50%, lo que ha generado un gran malestar entre los consumidores. La subida de precios ha llevado a un rifirrafe entre productores, distribuidores y consumidores, cada uno tratando de justificar su posición en esta polémica. Sin embargo, según algunos expertos, el problema no radica en cómo se vende la leche, sino en cómo se paga. La cadena de suministro y la forma en que se establecen los precios son los verdaderos motivos detrás de este aumento. En este sentido, es necesario analizar a fondo la situación para entender quién es el verdadero responsable de esta subida de precios y buscar soluciones para frenar este aumento.
La leche de vaca, un básico en la dieta de los españoles, se hace cada vez más difícil de incluir en la cesta de la compra
Desde el vaso que se toma en el desayuno hasta el que se bebe antes de ir a dormir, la leche de vaca es uno de los productos que acompaña a los españoles en su día a día a lo largo de toda la vida. Sin embargo, la subida de su precio en las estanterías de los supermercados está haciendo que cada vez sea más difícil añadirlo a la cesta de la compra.
Según un análisis realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en los últimos dos años la leche entera ha subido un 50% de media, llegando a costar entre 0,92 y 1,13 euros el litro y alcanzando así máximos históricos.
Además, este aumento del coste se ha producido especialmente en las fases posteriores a la venta por el ganadero, quien actualmente vende la leche de vaca a las distribuidoras por un precio medio de 0,52 céntimos.
Un diferencial grande en los precios al consumo
Hay un diferencial grande en los precios al consumo, pero estamos intentando que la industria de la leche vuelva a recuperarse, no puede banalizarse ni en el punto venta ni de compra, explica Román Santalla, ganadero lácteo de Pontevedra y secretario de Ganadería de UPA.
Producir la leche cuesta mucho esfuerzo y mucho sudor, incluso lágrimas y los ganaderos están notando los efectos. El problema no es tanto en como la venden sino en como la pagan. La distribución tiene que obligar a pagar más a nuestros granjeros porque los gastos de maquinaria, alimento, veterinarios. se han publicado al 100%. Los ganaderos están teniendo que cerrar sus granjas y se les está llevando a la ruina, afirma Santalla.
La ley de la cadena y la industria láctea
España dispone de una ley conocida como la 'Ley de la cadena' que impide que ningún eslabón venda por debajo de lo que ha pagado al eslabón anterior. Sin embargo, los ganaderos aseguran que no siempre se cumple.
El Ministerio de Agricultura tiene que ser garante de esta ley. Para que la industria sea sostenible no se puede 'pegar un palo' al consumidor, ni pagar poco a los ganaderos. Si hay tanta diferencia entre lo que se cobra y lo que ganamos nosotros, ¿quién se queda con ese dinero?, apunta el secretario de Ganadería de UPA.
La visión de los supermercados
Los supermercados tienen su propio punto de vista y aseguran que no cuadran demasiado los datos aportados por el análisis de la OCU.
Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2021 la leche se pagaba en origen a 0,33 céntimos y ahora se paga a 0,52 céntimos el litro. Se está incrementando casi un 50% en origen, no veo que haya un problema, afirma Felipe Medina, secretario general técnico de Asedas, asociación que agrupa los principales supermercados nacionales y regionales.
Todo ha subido en origen y tiene su reflejo en destino, lo que antes valía cuatro euros ahora vale cinco porque antes en origen valía dos y ahora tres. Nosotros también tenemos que cobrar, los problemas geopolíticos y medioambientales influyen y se nos ha subido la luz, el combustible. pero poco a poco se va normalizando, explica Medina.
El secretario general técnico de Asedas no ve nada raro la subida de precio en origen y reconoce que los ganaderos ahora también tienen mayores gastos, por eso considera que la subida del precio de alimentos tiene causas objetivas y conocidas por todos en el caso de la leche.
No tenemos un problema generalizado de formación de precios en España. Tenemos los precios de venta al público más bajos de Europa, concluye.
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