La transición a la nueva generación en el campo se ve obstaculizada por la alta producción y la compleja burocracia

La transición a la nueva generación en el campo se ve obstaculizada por la alta producción y la compleja burocracia

En el actual panorama agrícola, la transición a la nueva generación se enfrenta a un panorama complejo. A pesar de la necesidad de renovar y modernizar el sector, la alta producción y la compleja burocracia se han convertido en obstáculos clave para que los jóvenes agricultores puedan tomar las riendas. La buropcracia agrícola, caracterizada por una maraña de trámites y regulaciones, hace que sea difícil para los nuevos actores acceder a los recursos y financiamientos necesarios para impulsar su labor. Por otro lado, la alta producción actual ha generado una situación de sobreoferta, lo que ha llevado a una disminución de los precios y a una mayor competencia en el mercado.

El campo español se enfrenta a un grave problema: la necesidad de relevo generacional

Uno de los problemas estructurales que arrastra el campo español es su envejecimiento y la necesidad urgente de un relevo generacional. Esta cuestión ha regresado al primer plano de la actualidad esta semana, ya que Pamplona (Navarra) acogió un Foro de Alto Nivel y una Conferencia Sectorial monográficas.

La Fundación Cajamar ha puesto cifras a este fenómeno en la nueva edición del 'Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo' publicado el pasado martes. En este informe se destaca que el 35,1% de las personas que se dedican a esta actividad en España tienen 50 o más años, mientras que en Europa esta proporción alcanza el 39,5% de media.

Autonomías como Castilla - La Mancha y Aragón han puesto en marcha ayudas específicas para abordar este problema. Otra muestra palpable del envejecimiento del sector agrícola es la edad de los responsables de las explotaciones. Con los datos más recientes, de 2020, el 85,2% de los jefes de explotación tienen 45 años o más, mientras que en el caso de las mujeres, es el 88,3% las que han cumplido esa edad. Todo ello, por encima de la media europea (79% de los jefes de explotación y 82,3% de las jefas). España es el cuarto país con el mayor registro tras Chipre, Portugal y Grecia.

El análisis publicado esta semana también destaca que el mayor envejecimiento femenino al mando de las instalaciones agrícolas es una característica del sector primario de muchos países europeos.

La transición al futuro del campo se ve obstaculizada por la envejecimiento y la burocracia

La situación actual del campo es desoladora, según Eva Marín, responsable de Asaja Jóvenes, quien describe la situación como asfixiante debido a los elevados costes de producción y una Ley de la Cadena Alimentaria cuya aplicación ve insuficiente.

Marín critica la reforma laboral nefasta y la PAC que complica los requisitos mucho más, obligándolos a estar la mitad del tiempo sentados delante de una pantalla. Como joven agricultora, reconoce algunas ventajas de cara a las ayudas PAC, pero cree que en el campo es lo comido por lo servido, aunque ciertos cultivos registran excedentes de producción como el pistacho.

Jorge Cajo, agricultor profesional desde 2022 y responsable de Frutas de UAGA/COAG, también critica la burocracia y la falta de apoyo a los jóvenes agricultores. Cree que la clave a la falta de relevo está en que recibamos un precio con el que podamos trabajar, ni menos burocracia ni papeles. Además, muestra su temor a la uberización del campo, es decir, a la concentración en grandes corporaciones de la producción de alimentos.

Las autonomías se ponen las pilas

Entre las comunidades autónomas que impulsan la incorporación de jóvenes a la actividad agraria, están Aragón y Castilla- La Mancha. En la primera, se convocó en marzo subvenciones para el establecimiento de jóvenes agricultores por hasta 14 millones de euros. En este caso, la ayuda consistirá en un pago mínimo de 30.000 euros por beneficiario, que podía alcanzar los 70.000 euros en base a criterios como la incorporación a una cooperativa de frutas y verduras (2.500 euros).

En Castilla - La Mancha, la Consejería de Agricultura estima que a la última convocatoria de ayudas cerrada el pasado 17 de junio se presentaron 1.321 solicitudes, un 30% de mujeres. Todo ello, con una meta de 2.000 incorporaciones al sector agrícola hasta 2027. Tres de cada cuatro solicitantes pidieron también una subvención para la modernización de sus explotaciones o 'Plan Mejora'. Se da la circunstancia de que la ayuda básica a la incorporación se elevó de 27.000 a 37.000 euros hasta un máximo de 60.000 euros, en base al cumplimiento de una serie de parámetros.