- La Convivencia con Hijos Mayores de 30 Años en el Hogar puede Traer Consecuencias Negativas para las Madres, Sostiene Estudio
- La Convivencia con Hijos Mayores de 30 años puede Traer Consecuencias Negativas para las Madres
- El Impacto en el Bienestar y la Satisfacción con la Vida
- Las Madres son las más Afectadas
- Conclusión
La Convivencia con Hijos Mayores de 30 Años en el Hogar puede Traer Consecuencias Negativas para las Madres, Sostiene Estudio
Un nuevo estudio ha generado gran interés en el ámbito de la psicología y la sociología, ya que revela que la convivencia prolongada con hijos mayores de 30 años en el hogar puede tener consecuencias negativas para las madres. Según los resultados, esta situación puede generar estrés emocional, ansiedad y depresión en las mujeres, afectando negativamente su salud mental y su bienestar emocional. El estudio, que se centra en la relación entre la cohabitación y la salud mental de las madres, ofrece un enfoque innovador para analizar los cambios en la estructura familiar moderna.
La Convivencia con Hijos Mayores de 30 años puede Traer Consecuencias Negativas para las Madres
La convivencia entre progenitores e hijos adultos es un hecho frecuente tanto en España como en otros países europeos. Según datos de Eurostat (2023), la media de edad a la que los hijos abandonan el hogar familiar en España se sitúa en torno a los 30 años, similar a otros países del sur de Europa.
Además, en los últimos años, y especialmente debido a la crisis del coste de la vida y el incremento del precio de la vivienda, también se observa con preocupación en muchos países el fenómeno llamado hijos boomerang, jóvenes que abandonan el hogar familiar pero retornan a él en una fecha posterior.
En términos generales, la proporción de jóvenes en edades de 25 a 34 años que conviven con sus padres se cifra en torno al 40 % en el sur de Europa (cifra, por otro lado, considerablemente superior a la de los países del norte).
El Impacto en el Bienestar y la Satisfacción con la Vida
Las dificultades de los jóvenes para establecer su vida de forma independiente reciben bastante atención desde los medios de comunicación, opinión pública y esfera política. Sin embargo, también parece necesario estudiar el impacto que ésta tiene sobre el bienestar de los progenitores.
En nuestro artículo, publicado en Social Science & Medicine, investigamos el impacto que la convivencia con hijos adultos tiene sobre la satisfacción con la vida de los progenitores españoles de entre 50 y 75 años. En particular, estudiamos si este efecto difiere según la edad de los hijos.
La presencia de hijos adultos en el hogar familiar contraviene las expectativas parentales sobre la transición de los hijos a la vida adulta, lo que puede generar ansiedad o frustración a los progenitores, más aún cuanto mayores sean los hijos.
Las Madres son las más Afectadas
Según la literatura existente, las madres tienden a responsabilizarse más de mantener los lazos familiares, cuidar de otros miembros del hogar y realizar una mayor parte del trabajo doméstico. En estas circunstancias, parece plausible que el peso de la carga de la convivencia con hijos adultos recaiga más sobre las madres.
Nuestros resultados muestran que la convivencia con hijos adultos mayores de 30 años tiene un efecto negativo sobre el bienestar de los progenitores, mientras que la convivencia con hijos adultos más jóvenes no parece acarrear ningún efecto.
Cuando analizamos el efecto sobre padres y madres de forma separada, observamos que este efecto negativo aparece debido a una reducción significativa de la satisfacción con la vida de las madres, no así de los padres.
Nuestro análisis además evidencia que este efecto negativo se relaciona con la convivencia con hijos varones de más de 30 años. La convivencia con hijas no parece tener ningún tipo de impacto sobre el bienestar de las madres.
Conclusión
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