- Los países del sur de Europa (PIGS), el 'otro' Brexit y la cabeza de Golfo.
- La victoria de España en la Eurocopa, un triunfo para el sur de Europa
- El fútbol, una reconciliación con los orígenes y el estilo de vida del sur de Europa
- La locura de Dani Carvajal y la celebración de la victoria
- El fútbol, más que un juego
- La celebración en Bruselas
- El gol de Oyarzabal y la victoria de España
- La heroicidad de Dani Olmo y la salvación de España
Los países del sur de Europa (PIGS), el 'otro' Brexit y la cabeza de Golfo.
En un escenario geopolítico cada vez más complejo, los países del sur de Europa, conocidos como PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), se enfrentan a un desafío sin precedentes. La crisis económica y política que azota a la región desde hace años se ve agravada por la incertidumbre generada por el Brexit y la creciente influencia de potencias emergentes en la región. En este contexto, la cabeza de Golfo (Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos) se perfila como un actor clave en la búsqueda de soluciones para los países del sur de Europa. ¿Qué implicaciones tendrán estos nuevos escenarios para la estabilidad económica y política de la región? En este artículo, analizaremos las posibles consecuencias de este 'otro' Brexit y la creciente influencia de la cabeza de Golfo en los países del sur de Europa.
La Europa del sur, campeona en el fútbol y en la vida
La victoria de España en la Eurocopa, un triunfo para el sur de Europa
La división de la Unión Europea, en muchas ocasiones, ha sido sobre todo geográfica. La 'lucha' norte-sur por la ortodoxia económica, la rectitud y la fortaleza ante las crisis contrastó entre una parte y otra del bloque, como si de dos Europas diferentes se tratara.
Pero en la Eurocopa, la Europa del sur ha demostrado ser la más fuerte. Desde 2004, solo países del sur de la UE han ganado este torneo. Grecia, España en tres ocasiones, Portugal e Italia han sido los campeones.
El fútbol, una reconciliación con los orígenes y el estilo de vida del sur de Europa
El fútbol es también una reconciliación con los orígenes y el estilo de la selección española ha sido la conexión con una visión de Europa asociada al divertimento, sí, pero también al trabajo. Al desparpajo, como Lamine y Nico; al curro diario y a la capacidad de sorprender, como Martín Zubimendi.
Nadie contaba con él, y en el más difícil todavía (sustituir a Rodri, mejor jugador del torneo) se elevó a los cielos. El de la bienvenida de quienes también son de casa, como Robin Le Normand y Aymeric Laporte, que prefirieron mirar al sur de los Pirineos para triunfar.
La locura de Dani Carvajal y la celebración de la victoria
La locura de Dani Carvajal con los aficionados españoles: zarandea un poste de seguridad totalmente desatado, se besa el escudo.
Hubo un tiempo en el que España, Italia, Portugal y Grecia eran los apestados de una UE que parecía empeñada en partirse por la mitad. Pero ahora las dinámicas han cambiado.
El fútbol, más que un juego
El fútbol es mucho más que fútbol. Es la vida. Y también sirve para pasar facturas aunque muchos se limiten a ver simplemente a 22 personas detrás de una pelota.
Contrastó la tensión de los españoles desperdigados por la capital comunitaria, eso sí, con la paciencia y la calma de unos belgas que también iban con España.
La celebración en Bruselas
Fue una tarde de nervios, de mucha espera, de pantallas gigantes en Mont des Arts, de 'colonias' españolas en Place du Luxembourg y de gritos mezclados en el Jardin Hospice. No había esquina de Bruselas que no hablase español; es algo que pasa normalmente, sí, pero esta vez con mayor intensidad.
Las caras a las ocho de la tarde eran de nervios pero también de confianza, o de fe, según a quien preguntases.
El gol de Oyarzabal y la victoria de España
Y no, en Bruselas casi nadie habla ya del brexit. No hace falta porque ya es agua pasada, pero no faltaron las referencias a la salida del Reino Unido de la UE ni tampoco Gibraltar. Este es el otro brexit, el segundo, comentaron algunos españoles cuando llegó el pitido final, entre risas, con varias mesas teñidas de rojo y amarillo rodeando una tabla central en la que estaban sentados algunas decenas de aficionados ingleses.
Fue una mala noche para ellos pese a que la cerveza voló por unos minutos tras el gol de Palmer. Brexit significa brexit, repiten los más eurófilos para referirse a las relaciones con Londres; aplicable también a que Oyarzabal significa gol.
La heroicidad de Dani Olmo y la salvación de España
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Esa Europa del sur, esa España, es también la que es capaz de caminar sobre el alambre. El reloj se paró para todos los españoles durante unos segundos cuando, en el último minuto, Marc Guéhi remató a bocajarro el que iba a ser el empate. Iba. Dani Olmo puso su cabeza para salvar a España y marcar el 'otro' gol de la final. Cómo se celebró, con el corazón a mil por hora.
Fue el resumen perfecto de esos PIGS reivindicados, casi contrarreloj y, desde luego, contra pronóstico. Ni Francia, ni Alemania, ni Inglaterra han podido parar a esta España llena de espíritu, de reivindicación, llena de esa Europa que siempre se levanta. No es solo fútbol; es la vida. Y qué bella.
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