Alimentos que te deshidratan sin darte cuenta: descubre los principales culpables de tu sed constante

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Alimentos que te deshidratan sin darte cuenta: descubre los principales culpables de tu sed constante

La deshidratación es un problema común que puede afectar a cualquier persona, en cualquier momento del año. Sin embargo, hay algunos alimentos cotidianos que pueden estar contribuyendo a tu sed constante sin que te des cuenta. Estos alimentos, aparentemente inocentes, pueden contener propiedades que incrementan la producción de orina, lo que a su vez puede llevar a una pérdida de electrolitos y agua en el cuerpo. En este artículo, te presentamos los principales culpables de tu sed constante, aquellos alimentos que debes consumir con moderación o evitar por completo para mantener una adecuada hidratación.

Alimentos que te deshidratan sin darte cuenta

La hidratación es absolutamente necesaria para la supervivencia, y el correcto funcionamiento de nuestro organismo compuesto, en su mayor parte, por agua. Por ello, mantener un nivel de líquidos equilibrado y correcto va a garantizar también el transporte de los nutrientes esenciales a todos los órganos y tejidos del cuerpo.

Pero es que una buena hidratación va a contribuir igualmente a facilitar las digestiones, a la evacuación de los desechos, a bajar la temperatura corporal, a lucir una piel radiante y a la depuración de toxinas tan imprescindible para mantener la salud. De manera natural, el agua de nuestro organismo cumple todas estas funciones.

Sin embargo, existen circunstancias en las que perdemos mayor cantidad de líquidos de la que ingerimos, por lo que se produce una peligrosa descompensación y nos exponemos a la temida deshidratación. El calor excesivo, la práctica de ejercicio intenso sin las debidas precauciones, algunos problemas de salud… pueden acelerar la deshidratación. Pero también pueden hacerlo determinados alimentos que es importante apartar de nuestra dieta.

Alimentos que contribuyen a nuestra deshidratación

Alimentos que contribuyen a nuestra deshidratación

De la misma manera que existen alimentos ricos en agua como el melón o la sandía, que rondan un 95 por ciento de líquido, también hay otros que pueden hacer que eliminemos líquidos de una manera fulminante. ¿Lo peor de todo? Que en la mayoría de los casos no nos damos cuenta, porque los tenemos asociados a nuestro estilo de vida.

A continuación, vamos a analizar los cinco productos deshidratantes que los expertos consideran más nocivos, para poder controlar su ingesta en la medida de lo posible, al tiempo que compensemos esa pérdida de agua 'acelerada'.

1. Alcohol: el desestabilizador de los líquidos corporales

Aunque pudiéramos pensar que el alcohol es un líquido y, por tanto, aporta líquido a nuestro organismo, su efecto es bien diferente. Las personas que consumen bebidas alcohólicas con cierta asiduidad, aumentan la producción de orina. Como consecuencia, se van deshidratando sin darse cuenta. Por eso, es importante beber mucha agua si has consumido alcohol.

El alcohol inhibe varias hormonas encargadas de mantener el equilibrio de líquidos en el organismo. Inhibe la producción de la hormona HAD, de función diurética, y responsable de mantener el equilibrio de los líquidos corporales. Pero es que, además, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina, hormona producida por el cerebro encargada de enviar la señal a los riñones para que 'guarden' los líquidos.

Con la ingesta de alcohol, debemos tener en cuenta que vamos a perder cuatro veces más líquido del que ganamos. Esa es la razón por la que orinamos más y por la que horas después sobreviene la resaca. En estos casos, los expertos recomiendan ayudarse de bebidas para deportistas con soluciones electrolíticas, con el objetivo de reponer las sales y el potasio que se pierden tras la ingesta del alcohol.

2. Snacks salados: una trampa deliciosa con efecto rebote

Cuanta menos sal, mejor. Las patatas fritas y los innumerables snacks que se nos ofrecen en el mercado hoy en día, son productos cargados de calorías vacías, azúcares y que, para colmo, pueden provocar el efecto rebote debido a su gran contenido en sodio.

De la misma manera que pasa con el alcohol, consumir demasiados productos salados (también cuentan los frutos secos salados y tostados, menos saludables que crudos) contribuye a la deshidratación al incrementar la pérdida de agua a través de la orina.

Y aquí surge una paradoja: ¿por qué si el sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos a través de la ósmosis (regula el agua que llega a las células) provoca deshidratación? Esto sucede porque la sal provoca retención de líquidos, lo que incrementa el volumen sanguíneo y, por ello, la presión ejercida sobre las paredes de las arterias.

3. Salsas: un complemento a racionar (y mejor caseras)

También relacionado con su elevado aporte de sal, las salsas son un complemento de alimentación a tener en el radar, puesto que suelen contener saborizantes repletos de sodio.

Tanto la salsa de soja como el ketchup llevan, por regla general, mucha más sal de la aconsejada, con las consecuencias deshidratantes que ello puede conllevar. Para hacernos una idea, la salsa de soja puede llegar a contener hasta 900 miligramos de sodio en su composición, en tan solo una cucharada. Afortunadamente, existen salsas de soja bajas en sal.

Así pues, en el caso de las salsas, siempre va a ser recomendable que las hagamos en casa, para controlar esta variable que puede afectar de manera negativa a la hidratación natural que el organismo necesita.

4. Café: mejor con poca cafeína

El café con mucha cafeína, o demasiado cargado, ha demostrado que produce más ganas de ir al baño y, a través del exceso de orina, provocar deshidratación. Si vamos a tomarlo, el que es bajo en contenido de cafeína tiene la mitad de probabilidades de afectar a nuestra hidratación.

La explicación científica es que la cafeína, como sustancia química que es, es especialmente diurética cuando se consume a altas dosis. Sin embargo, si se consume con moderación, numerosos estudios revelan que hidrata igual que lo puede hacer el agua. Así pues, la clave en el caso del café está en la cantidad. Poco, hidrata; mucho… deshidrata.

5. Embutidos y carnes procesadas: 'ladrones' de las reservas líquidas

A menudo escuchamos hablar de lo poco recomendable que es el consumo habitual en nuestra dieta de las carnes rojas y los productos procesados como pueden ser los embutidos, que tanto éxito tienen en España.

En el caso de la hidratación, la prudencia es aún mayor, puesto que se trata de productos alimenticios elaborados con grasas, conservantes, y gran cantidad de sodio. Cuando hay mucha sal, y se va concentrando en el torrente sanguíneo, el cerebro recibe una señal de sed, lo que nos hará beber agua constantemente y orinar a menudo.

Al tratarse de alimentos altamente procesados son más difíciles de digerir sobre todo para el sistema digestivo, y es cuando optan por consumir gran parte de las reservas de líquido del organismo, desestabilizando el equilibrio natural.

Por lo tanto, es importante ser conscientes de los alimentos que pueden deshidratar nuestro cuerpo y tomar medidas para evitar la deshidratación. ¡Cuidemos nuestra salud y nuestra hidratación!

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

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