En el contexto de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, la gestión de residuos se ha convertido en un tema de gran relevancia en España. La producción de residuos urbanos ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que ha generado una gran preocupación entre los expertos y las autoridades. Según los datos, España se encuentra en una situación crítica en cuanto a la gestión de residuos, lo que puede desembocar en un 'basurazo' a gran escala para el año 2025. En este sentido, es fundamental analizar la situación actual y evaluar las medidas que se están implementando para abordar este problema. A continuación, se presentará un análisis detallado de la situación de la gestión de residuos en España y se explorarán las posibles soluciones para evitar el temido 'basurazo' de 2025.
La tasa de basura sube: ¿cómo afectará a tus finanzas en 2025?
Los vecinos de todos los municipios de España tendrán que afrontar una subida de tributos en 2025 debido a la implantación de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta ley obligará a los ciudadanos a asumir todo el coste de recoger, transportar y tratar la basura que va al contenedor de restos, ya que hasta ahora solo pagaban una parte.
Esta medida también afectará a los ayuntamientos que carecen de una forma específica de tasa de basura y que incluyen este coste en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). En estos casos, cada administración local tendrá que implantar una nueva tasa de basura.
El basurazo aumentará el recibo en un 150%
Según estimaciones del sector, el basurazo podría incrementar el recibo hasta en un 150% para poder cubrir completamente el coste total del servicio, ya que con las tasas actuales solo se sufraga alrededor del 40%.
Un hogar medio pagará 66 euros más al año en la factura del gas tras la subida de la tarifa regulada. De esta forma, el importe medio del tributo en España rondaría los 225 euros al año, lo que significa pagar 135 euros (+150%) más que ahora.
Cinco ciudades sin tributo expreso
Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la tasa de basuras presenta grandes diferencias de precio entre ciudades, que oscilaban entre los 190 euros de San Sebastián a los 30 euros de Soria o Alicante. Entre las más caras también figuraban Jerez de la Frontera (174), Gerona (165) y Barcelona (156).
Ciudades relevantes como Zaragoza (57), Bilbao (68) o Sevilla (80) se situaban en niveles bajos y medios. El informe recogía además que en Madrid, Málaga, Valladolid, Badajoz y Las Palmas no se cobra de forma expresa el tributo, probablemente porque se incluyan en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
OCU denuncia la arbitrariedad en el cálculo del importe de la tasa
La OCU denunció las enormes diferencias existentes entre las ciudades y criticó la arbitrariedad en el cálculo del importe de esta tasa. Mientras que la mitad de las ciudades establecen un importe fijo independientemente del tipo de hogar, otras lo definen a partir del tamaño de la vivienda, de su valor catastral, la categoría fiscal de la calle o el consumo de agua, pero ninguna contempla un sistema con una relación directa entre un mayor uso del servicio y un mayor coste, sentenció.
Otro aspecto que denunció la OCU es que las buenas prácticas medioambientales, como el uso de puntos limpios o el compostaje, solo tienen recompensa en Barcelona, San Sebastián, Gerona, Lérida y La Coruña.
¿Qué es la tasa de basura? ¿Cómo se calcula?
La tasa de basuras es un tributo de carácter local asociado al servicio de recogida de residuos que gestiona el ayuntamiento de cada municipio, bien con medios propios, bien con la subcontratación del mismo.
Este impuesto no solo cubre el servicio de recogida de basura y la limpieza de los contenedores. También incluye el tratamiento posterior tratamiento y reciclaje de los desechos en instalaciones especializadas.
Para el cálculo de la cuantía del tributo no existe una fórmula única. Cada ayuntamiento aplica sus propios criterios, por lo que entran en juego varios factores. Así, hay consistorios que aplican una tarifa única (Huesca o Huelva), otros que la establecen en base a la categoría fiscal de la calle en la que esté la vivienda (Soria o Alicante) y algunos en los que varía en función del tamaño de la vivienda (Vitoria). Por otra parte, hay ciudades en las que tienen en cuenta el valor catastral de la casa (Pamplona o Castellón) o el consumo de agua (Zaragoza o Sevilla).
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