Así viajan Dari, con autismo, y Ana, madre de un niño con TEA: "Evitamos sitios con mucho ruido o mucha gente"

La experiencia de viajar puede ser emocionante y enriquecedora para muchas personas, pero para aquellos que viven con autismo o tienen un Trastorno del Espectro Autista (TEA), puede ser un desafío. Dari, una joven con autismo, y Ana, madre de un niño con TEA, saben de primera mano las dificultades que conlleva viajar con necesidades especiales. En esta entrevista, comparten sus experiencias y estrategias para superar los obstáculos y disfrutar de sus vacaciones. Desde la planificación cuidadosa hasta la selección de destinos y actividades, evitan sitios con mucho ruido o mucha gente, y buscan espacios que se adapten a sus necesidades. A continuación, descubrirás cómo viajan Dari y Ana, y qué consejos prácticos pueden ofrecer a aquellos que enfrentan similares desafíos.

La planificación y la rutina, clave para disfrutar de vacaciones con autismo

En España, se calcula que hay medio millón de personas con autismo, una condición que puede influir mucho en la vida diaria y, especialmente, en los viajes. Ana Leza, madre de un niño con autismo, y Dari, un adulto con autismo, nos cuentan cómo suelen organizar sus viajes.

Ana y Lucas, una madre e hijo con autismo, comparten secretos para viajar en paz

Ana Leza, madre de Lucas, un niño de casi tres años con autismo, sabe que la planificación y la anticipación son clave para disfrutar de las vacaciones con su hijo. Hay que respetar sus tiempos y límites, afirma. Desde que tienen el diagnóstico, han viajado con él, pero ya lo trabajaban desde que empezaron a tener indicios, y más con la experiencia de su sobrina, también con autismo.

Para Ana, es fundamental anticipar todo lo que van a hacer, con quién van a ir y dónde. Vamos a sitios en los que sabemos que él va a estar mejor, por eso, en nuestro caso, los hoteles los evitamos y vamos a sitios lo más parecidos posible a un hogar. Además, siempre viajamos con gente conocida y le anticipamos con pictos o fotos con quién va a ir, le enseñamos fotos de la casa, de los lugares cercanos, etc.

También les ayuda con este proceso hacer la maleta con él, así sabe, por un lado, que nos preparamos para ir de viaje y, por otro, sabe lo que vamos a llevar, y le dejamos que meta cosas si quiere. En la maleta, nunca faltan cosas que Ana sabe que le pueden ayudar en caso de crisis, tenemos un kit sensorial con juguetes que sabemos que le gustan, le relajan….

Evitar sitios con ruido y gente, la fórmula de Ana y Lucas para viajar con éxito

Una vez en el destino de vacaciones, buscan algún lugar en el que Lucas pueda estar tranquilo, en el que encuentre la calma siempre que lo necesite. Buscamos sitios donde él pueda tener su espacio y momentos de calma… El objetivo es fomentar la estabilidad dentro de la inestabilidad que ya produce irse de vacaciones.

Dari, un adulto con autismo, nos explica cómo viaja y qué le gusta

Dari, de 35 años, sabe que tiene autismo desde hace una década. Para él, viajar supone salir abruptamente de la rutina, algo que las personas con autismo no suelen llevar muy bien a no ser que sea con mucha planificación o por algo que les apetezca mucho.

Necesito saber lo que voy a hacer cada día, afirma. Viajar para él supone un gran esfuerzo, un enorme gasto de energía porque se salen de su rutina, le sacan de su círculo de confianza, de su entorno… por eso, hace pocos y muy controlados, porque me agotan.

El último viaje que hizo fue a Sevilla, para ver la final de Copa del Rey entre el Atleti de Bilbao y el Mallorca. Lo hizo porque es un apasionado del Atleti, y por eso soportó estoicamente muchas horas de autobús, con gente que no conocía además de con sus amigos y rodeado de multitudes en el campo, algo que le agobia mucho.

La anticipación y la estructura, esenciales para Dari, adulto con autismo, en sus viajes

De hecho, cada vez que viaja, necesita mucha estructura, algo que no le ocurre si simplemente está de vacaciones en casa. Necesito mucha más anticipación en los viajes que en la vida diaria. Necesito que sea algo muy planificado y saber lo que voy a hacer en cada momento.

Esas necesidades a la hora de viajar hacen que prefiera hacerlo con pocas personas y de confianza, porque tampoco le gusta viajar solo, a no ser que sea en sitios que ya conozco, que siento que está todo controlado o que vaya a un lugar por un motivo muy concreto, prefiero viajar con una persona de referencia, me da tranquilidad.