Caminante no hay camino, se hace camino al andar

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La política europea se enfrenta a un camino lleno de desafíos

La política (y la europea quizá menos todavía) no hace poesía, y mucho menos entrada la madrugada; está en todos los lados, pero no es sexy, no atrae, ni siquiera cuando se disfraza, casi siempre, de hecho histórico.

El sol suele ser un visitante extraño para los bruselenses, pero hizo su aparición en una jornada de elecciones europeas llamada a la epopeya, a esa hipérbole tan característica de los últimos tiempos cuando se trata de hablar de eso, de política.

La Unión Europea tendrá que caminar por un sitio lleno de piedras

La Unión Europea tendrá que caminar por un sitio lleno de piedras

Eso, que en realidad para muchos lo es todo. Quizá en la política estaba pensando Antonio Machado cuando escribió eso de: Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. También la política se hace al andar; no es algo estanco. Es pasado, presente y futuro. Igual que la Unión Europea.

Pero la UE, ahora, tendrá que caminar por un sitio lleno de piedras, estrecho, exigente, de esos en los que hay que saltar cada obstáculo para seguir. El auge de la ultraderecha daba más miedo de lo que después fue en realidad, pero la convierte en un vigilante del bosque, de la maraña de decisiones que vendrá en la próxima legislatura.

El ambiente en el Hemiciclo

El ambiente en el Hemiciclo, convertido en una sala de prensa inmensa, era de tranquilidad, con mucha luz y poco espacio para la improvisación. Tan cuadriculada es la Unión que sacarla del redil parece imposible; la última legislatura pudo haber provocado eso y en realidad acabó con un proyecto entero, con ganas de renovarse.

Todo se habilitó en positivo en la Eurocámara. Todo fueron facilidades en la casa de la democracia europea que parece tener sus pilares tan firmes que ni siquiera los terremotos de las urnas terminan por tumbarlos. Quién lo diría.

El PPE gana las elecciones y la mayoría proeuropea resiste

Los sondeos anticiparon algún tsunami que se quedó en una ola que ahora habrá que surfear, aunque no sea fácil. El PPE gana las elecciones y la mayoría proeuropea resiste en el nuevo Parlamento al imponente auge de la ultraderecha.

Los tonos en los pasillos del Parlamento Europeo son cálidos, claros y acogedores, como si el mensaje que se quisiera trasladar fuera el de la propia UE y el 9J además tuvo al buen tiempo como invitado de excepción.

No hay que dar la democracia por sentada

No hay que dar la democracia por sentada, se repetía en Bruselas durante las últimas semanas. Otro año cero, que diría Timothy Garton Ash para una Europa que no se abona a las aguas mansas, prefiere jugar en el alambre y exigirse a sí misma cada vez.

Tenemos que trabajar más duro, alertó una Roberta Metsola que salió al escenario del Hemiciclo como una estrella del pop, pero no tan contenta como Ursula von der Leyen. Igual que hay swifties, de adeptos a la alemana va el asunto: en este caso en forma de votos para que siga como presidenta de la Comisión Europea.

La UE puede ser un bosque, a veces un laberinto

Sí, la UE puede ser un bosque, a veces un laberinto, fácil de descifrar cuando se conoce pero todavía enrevesado para el más común de los mortales; que los árboles no impidan ver precisamente que pare muchos estos comicios son un campo de pruebas y solo eso.

Ahora, toda esa hoja sobrante tendrá que pulirse porque de lo contrario, si el camino sigue inundado de choques ideológicos y dudas, no habrá quien dé un paso en firme. Y el mundo actual no espera a los rezagados. Si la Unión cae quizá no tenga una mano que la ayude a levantarse.

Meloni, la joya de la corona y las diferencias

Entre actualizaciones de datos, declaraciones y previsiones no hubo tiempo para respirar; esa respiración que ha contenido durante los últimos años una Unión Europea que podría ganar el premio a la resiliencia.

La derecha radical quiere más competencias para los países miembros, y mientras se acerca a su objetivo obliga al europeanismo a remangarse. Mientras, muchos van sacando la calculadora.

El camino será estrecho y cada votación tendrá que sudarse en el Parlamento como si se estuviera bajo un sol perenne, ese que casi nunca aparece en Bruselas. Ese que iluminó una mayoría proeuropea que no puede dar nada por sentado.

Porque no, no hay camino. La nueva UE tendrá que hacerlo al andar. veremos a qué ritmo.

Laura Ramírez

Hola, soy Laura, periodista de la página web Diario Online, un periódico independiente de actualidad nacional española. Mi pasión por la verdad y la objetividad me impulsa a investigar a fondo cada noticia que presento, brindando a nuestros lectores información veraz y relevante. Con una pluma ágil y comprometida, busco transmitir los hechos con claridad y rigor, contribuyendo a la formación de una sociedad informada y crítica. En Diario Online, trabajamos con el firme propósito de ser un referente en el periodismo digital, manteniendo siempre nuestra independencia y profesionalismo. ¡Gracias por seguirnos!

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