Carles Puigdemont pasa el día en Barcelona sin asistir a la investidura de Pablo Iglesias y se marcha cuando se activa la investigación 'Jaula'.
En un día marcado por la expectación política, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha pasado el día en Barcelona sin asistir a la investidura de Pablo Iglesias como vicepresidente del Gobierno de España. La decisión de Puigdemont de no acudir a la sesión plenaria del Congreso de los Diputados se produce en un contexto de tensión política en España, donde la investigación 'Jaula', que apunta a presuntos delitos de sedición y malversación, ha sido reactivada. La coincidencia de la investigación con la presencia de Puigdemont en Barcelona ha generado un gran interés mediático, ya que se especula con la posible implicación del líder independentista en la trama.
Puigdemont evade la investidura de Iglesias y se marcha de Barcelona
El expresidente catalán Carles Puigdemont decidió no asistir a la investidura del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y posteriormente se marchó de Barcelona.
Según el secretario general de Junts, Jordi Turull, Puigdemont volvió a Barcelona con la intención de acudir al Parlament en algún momento de la sesión de investidura. Sin embargo, cambió de opinión debido al dispositivo policial que desplegaron los Mossos d'Esquadra en los alrededores del Parlament.
El objetivo de Puigdemont siempre era entrar en el Parlament, aseguró Turull en una entrevista con Rac1. Sin embargo, la presencia de los Mossos d'Esquadra en la zona le impidió hacerlo.
En lugar de eso, Puigdemont se escondió en un piso de la zona para esperar y decidir si acudía a la investidura o no. Finalmente, decidió salir de Cataluña acompañado por Turull.
La Operación Jaula de los Mossos d'Esquadra fue desactivada hacia las 20 horas del mismo día, momento en el que Puigdemont ya se había marchado de Barcelona.
Turull defendió la acción de Puigdemont, argumentando que se trataba de una confrontación para evitar que los Mossos detuvieran a un expresidente de la Generalitat.
Lo que dio pena y fue ridículo fue la dirección política de los Mossos, aseguró Turull, quien se mostró sorprendido por la rueda de prensa posterior del ahora exconseller de Interior Joan Ignasi Elena (ERC) para explicar el dispositivo.
Turull también negó la existencia de cualquier acuerdo con la policía catalana para el arresto del expresident.
Puigdemont entró en Cataluña por la autopista AP-7 el 6 de agosto, dos días antes de que se celebrase el debate de investidura, y también salió por carretera el día 8, aunque Turull no reveló qué ruta utilizó.
El problema no es Puigdemont, es un juez que debía aplicar la amnistía y no la aplicó, concluyó Turull.
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