Catástrofe ecológica en Girona: más de 70 cigüeñas electrocutadas en apenas cinco días
En una trágica y alarmante serie de eventos, la provincia de Girona ha sido testigo de una catástrofe ecológica sin precedentes. En apenas cinco días, más de 70 cigüeñas han perdido la vida debido a electrocuciones en tendidos eléctricos y torres de alta tensión. Esta drástica pérdida de vida silvestre ha generado gran conmoción y preocupación entre la opinión pública y los sectores medioambientales, que exigen medidas urgentes para prevenir este tipo de tragedias en el futuro. A continuación, se analizarán las circunstancias que rodean este suceso y se explorarán las posibles soluciones para proteger a estas especies y salvaguardar la biodiversidad en la región.
Crisis ecológica en Girona: más de 70 cigüeñas electrocutadas en apenas cinco días
Más de 70 cigüeñas han muerto electrocutadas en solo cinco días en Girona. Colectivos ambientales han extraído los datos gracias a la colaboración ciudadana y afirman que la cifra podría ascender a 473 ejemplares muertos.
Entre el 17 y el 21 de agosto, unas 300 cigüeñas pararon en el casco urbano de Girona, descansando de su viaje migratorio hacia África, y centenares más en toda la comarca.
Proteger las torres eléctricas
Entidades naturalistas y ecologistas (Associació de Naturalistes de Girona, IAEDEN-Salvem l'Empordà, El Meandre, Grup de Natura Sterna y Ecologistes de Catalunya (EdC)) calculan que la cifra de muertes podría ser aún mayor y han pedido a la Generalitat que actué de forma rápida y piden que se reclame a la empresa encargada del suministro eléctrico el cumplimiento de la normativa. Exigen la aplicación de medidas de protección de las torres eléctricas para evitar así la muerte de aves protegidas.
La especie está protegida por la Ley 42/2007 de patrimonio natural y de la biodiversidad estatal y el recientemente aprobado Catàleg de fauna salvatge autòctona amenaçada de Catalunya.
La historia se repite
No son las primeras muertes por electrocución de aves protegidas o de murciélagos, muchos de ellos en peligro de extinción, y los ecologistas llevan denunciando la situación desde 2021. Los naturalistas avisan que hay que centrarse en que estas muertes se producen en un contexto de pérdida de diversidad tanto a nivel global como local. Según el Observatorio de la Biodiversidad, en dos décadas Cataluña ha perdido el 25% de su fauna.
Desde las entidades afirman que no se ha tenido en cuenta a estos animales para el diseño de las torres eléctricas. Las cigüeñas o grandes rapaces que se paran en estos lugares pueden tocar simultáneamente la torre y un cable, recibiendo una descarga mortal. El comportamiento de estas aves durante sus largos viajes migratorios hace que varios ejemplares se paren en la misma torre y el resto se sitúen en otras cercanas. Esto da lugar a una reacción en cadena devastadora.
Incumplimiento de la normativa
Las asociaciones ecologistas destacan que todo esto pasa sin que las empresas propietarias de estas instalaciones eléctricas adopten las medidas necesarias. Según datos de la Generalitat, en la comunidad se han registrado 7.000 puntos de electrocución, pero solo existen 3.000 torres protegidas. La normativa estatal obliga, desde 2008, a estas compañías a proteger los apoyos de las líneas.
La legislación establecía que en 2023 debía de ser aprobada la modificación del Real Decreto 1432/2008, el cual regula la corrección de tendidos peligrosos para pájaros, con el fin de conseguir tendidos más seguros. A pesar de ello, la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos ha denunciado al Ministerio para la Transición Ecológica ha incumplido el plazo.
Demanda de acción
Desde varias entidades de la comarca gerundense afectada denuncian esta flagrante dejadez de las compañías en la hora de tomar medidas a sus instalaciones para evitar estas electrocuciones masivas. Piden a las instituciones que modifiquen urgentemente el Real Decreto que regula la corrección de infraestructuras peligrosas para los pájaros, y que velen porque las empresas lo respeten, destacan.
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