Cinco peligrosas enfermedades que puedes contraer en la piscina y cómo protegerte de ellas
Antes de sumergirte en el agua fresca de la piscina, es importante que conozcas los riesgos ocultos que se esconden bajo la superficie. Aunque las piscinas pueden ser un lugar de diversión y relajación, también pueden ser un caldo de cultivo para bacterias y virus que pueden causar enfermedades graves. En este artículo, te revelamos cinco peligrosas enfermedades que puedes contraer en la piscina y te brindamos consejos valiosos sobre cómo protegerte de ellas. Desde infecciones oculares hasta enfermedades gastrointestinales, no te pierdas esta información vital para disfrutar de un verano seguro y saludable en la piscina.
Peligros en la piscina: enfermedades que puedes contraer y cómo protegerte
La piscina, un lugar de ocio y tranquilidad, puede traernos algún quebradero de cabeza con infecciones a las que nos vemos expuestos. En España, la piscina es la salvación para afrontar los tórridos veranos que nos está regalando el cambio climático. Sin embargo, el hecho de que sea un espacio para refrescarse y pasárselo bien nos lleva también a relajarnos demasiado con pautas mínimas de higiene que pueden evitar infecciones y enfermedades comunes.
La humedad y el calor, una combinación peligrosa
En las zonas húmedas de la piscina, donde deambulan las personas que las transitan, pueden proliferar organismos patógenos de los que estaremos a salvo siempre y cuando sigamos unas reglas muy básicas:
Utilizar siempre chanclas para caminar en los lugares comunes del área recreativa, tanto las zonas húmedas como en el resto de instalaciones.
Utilizar la ducha de la piscina antes y después del baño.
Secarse muy bien los pies al salir de la piscina, especialmente entre los dedos.
No compartir toalla, calzado u otros enseres personales.
Cinco enfermedades comunes en la piscina
A continuación, destacamos cinco enfermedades comunes que se pueden contraer en la piscina y cómo prevenirlas:
Resfriados de verano
Los resfriados de verano son comunes en la piscina, y se pueden prevenir siguiendo las pautas de higiene mencionadas anteriormente.
Cólicos y diarreas
La Giardia duodenalis y Cryptosporidium son protozoos que pueden causar cólicos estomacales, hinchazón, náuseas y episodios de diarrea acuosa. Se pueden prevenir manteniendo una buena higiene y siguiendo las pautas mencionadas anteriormente.
Oído del nadador
El agua que puede permanecer en el oído al salir del agua creará las condiciones propias para que crezcan las bacterias y la infección tenga lugar. Se puede prevenir manteniendo el área del oído seca posible, usando tapones cuando nadamos o al menos secarlo adecuadamente una vez finalizado el baño.
Infección de orina o cistitis
La cistitis es una infección de orina a la que es más proclive la población femenina. Se puede prevenir evitando permanecer con el bañador mojado durante mucho tiempo y manteniendo una buena higiene genital.
Conjuntivitis
La conjuntivitis se puede prevenir no bañándose con lentes de contacto, utilizando gafas de natación, lavando con agua dulce los ojos tras el baño y manteniendo los ojos hidratados con gotas oftalmológicas.
Pie de atleta
El pie de atleta se manifiesta con picor, olor y dolor, y puede extenderse a las uñas. Se puede prevenir no caminando descalzo en zonas donde transitan muchas personas y no entrando en contacto con posible superficies contaminadas como toallas o calzado.
Deja una respuesta