En el artículo titulado Consejos para evitar trastornos gastrointestinales en época vacacional se presentan recomendaciones clave para disfrutar de las vacaciones sin sufrir malestares estomacales. Durante este periodo, es común descuidar la alimentación y exponerse a factores que pueden desencadenar problemas gastrointestinales. Por ello, es fundamental prestar atención a lo que se come y bebe, evitando alimentos en mal estado o preparaciones poco higiénicas. Asimismo, se destaca la importancia de mantener una adecuada hidratación y consumir fibra para favorecer el tránsito intestinal. Estos consejos prácticos ayudarán a mantener la salud digestiva durante las vacaciones y disfrutar plenamente de este merecido descanso.
Consejos para cuidar tu estómago en vacaciones y evitar malestares
Alterar la rutina de vez en cuando no solo no está mal, sino que es muy aconsejable por el grado de desconexión que implica. En España, con el buen tiempo, las vacaciones y los momentos de ocio con amigos y familiares llegan también los excesos, que casi siempre tienen mucho que ver con la comida. Antes de emocionarnos demasiado e ir acumulando comidas y cenas fuera de casa, cantidades excesivas, precocinados por doquier, las cañitas y los vinitos, así como los postres excesivamente azucarados, deberíamos trazarnos un plan de acción para que el disfrute no se nos vaya de las manos y acabemos en la cama con molestias estomacales importantes.
En este punto de la alteración de los horarios, Fernando Hidalgo aconseja intentar mantener los mismos horarios de comida e incluso de sueño, durmiendo las horas necesarias, para que el cuerpo no note demasiados cambios que puedan afectar el tracto digestivo, el primero que sufre los excesos. El descontrol de la dieta y los horarios también influye en las deposiciones, llegando a los extremos de ocasionar estreñimiento o diarrea.
Es esencial mantener una mínima actividad física, aunque quede reducida a paseos después de comer y poco más. Con acciones muy simples, pero que nos ayudan a poner en funcionamiento el organismo, estaremos asegurando unos días de descanso real, y no protagonizados por los problemas estomacales y el malestar general.
La hidratación es fundamental para favorecer una correcta digestión. Se hace especialmente necesario ingerir entre litro y medio y dos litros de agua cada día, puesto que la deshidratación es una de las principales responsables del estreñimiento, circunstancia que padecemos especialmente con los cambios de rutina.
Si salimos a comer fuera, es comprensible, pero podemos compensar los excesos reduciendo las cantidades. Si hemos abusado de las grasas saturadas o los azúcares en una comida, hay que intentar equilibrar el balance con la siguiente menos calórica y más saludable, sin alimentos ultraprocesados y con verduras y frutas frescas. Sólo si planificamos y compensamos podremos evitar los molestos síntomas del malestar estomacal, la sensación de saciedad constante y 'pesada', y la temida acidez típica de los 'cambios' por vacaciones.
Los azúcares, las bebidas carbonatadas y alcohólicas pueden irritar el tracto digestivo y promover la proliferación de bacterias en el intestino. La incorporación de fibra saludable en la dieta es uno de los principios insoslayables durante las vacaciones. Cuidado con los postres azucarados preparados porque suelen ser auténticas bombas para el estómago.
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