En un operativo sin precedentes, las autoridades han desarticulado el clan de los San Segundo, una organización criminal que se dedicó durante 40 años a perpetrar el 'timo del tocomocho', un tipo de estafa que ha afectado a cientos de víctimas. La operación policial ha culminado con la detención de 12 personas, todas ellas presuntamente implicadas en la trama delictiva. Además, se ha incautado una cantidad considerable de dinero, ascendiendo a 243.000 euros, que se cree es solo una parte de los beneficios obtenidos de manera ilícita por el clan. Esta noticia supone un gran golpe contra la delincuencia organizada y un alivio para las víctimas de esta estafa.
Desarticulada banda de estafadores que timaban a ancianos con el tocomocho durante 40 años
La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada a la estafa a personas de edad con el timo del tocomocho, que actuaba desde Madrid y Toledo. En el operativo han sido arrestadas 12 personas de un mismo clan familiar, conocido como el clan de los San Segundo.
Los agentes realizaron cinco registros en los que se intervino 243.000 euros en efectivo, joyas, décimos de lotería, elementos de disfraz y medicamentos, entre otros efectos. Además, se bloquearon 49 cuentas bancarias y seis inmuebles.
La investigación se inició en noviembre del año pasado, cuando se detectaron varias denuncias de estafas a personas de edad en las que se cometían estafas con el método conocido como del tocomocho. Estas estafas reunían patrones comunes entre sí que hicieron pensar a los investigadores que una misma red criminal podría estar implicada en todos ellos.
La organización criminal investigada se encontraba altamente especializada y estaba formada por miembros de un mismo clan familiar que llevaba más de 40 años realizando esta modalidad delictiva. La confianza existente entre sus miembros permitía un perfecto reparto de tareas y beneficios en sus actividades delictivas.
Los miembros del clan familiar se desplazaban constantemente por todo el territorio nacional, haciendo uso de caravanas y multitud de vehículos diferentes para eludir los controles policiales. En algunas de las acciones, el clan familiar pasó de utilizar la habilidad para el engaño que utilizaban habitualmente, al uso de la violencia contra las víctimas, que por su edad y condiciones físicas, cuando reaccionaban ante el engaño recibían amedrentamiento tanto físico como ambiental.
En determinadas ocasiones, el modus operandi pasaba del engaño al empleo de la sumisión química, para lo que, según los investigadores, empleaban benzodiacepinas para anular la voluntad de sus víctimas, principalmente personas de avanzada edad.
Una vez conseguían el efecto de somnolencia buscado, les trasladaban al interior de sucursales bancarias para que retiraran importantes cantidades de dinero, o a los domicilios de las víctimas para sustraer sus joyas.
Los arrestados se les atribuye su presunta participación en los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa, robo con violencia, detención ilegal, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública. La investigación continúa abierta y no se descarta que puedan aparecer nuevas víctimas.
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