- Descubre la ciencia la ancestralidad de los caballos domésticos modernos, remontándose a hace 4.200 años
- Descubren la ancestralidad de los caballos domésticos: un linaje particular dominó Eurasia hace 4.200 años
- La domesticación de los caballos: un proceso en dos momentos clave
- La primera domesticación: un callejón sin salida
- El segundo intento: el linaje dominante
- La expansión del caballo y su impacto
- Un legado que perdura
Descubre la ciencia la ancestralidad de los caballos domésticos modernos, remontándose a hace 4.200 años
En un estudio revolucionario, un equipo de científicos ha logrado desentrañar el misterio ancestral de los caballos domésticos modernos, llevando a cabo un análisis genético exhaustivo que nos permite remontarnos a hace 4.200 años. Gracias a esta investigación, se ha podido determinar que los caballos actuales descienden de una pequeña población de caballos salvajes que habitaban en la Estepa Eurasiana en la Edad del Bronce. Esta descubierta abre nuevas puertas para comprender la evolución y desarrollo de estas magníficas criaturas, y nos permite apreciar la importancia de la domesticación animal en la historia de la humanidad.
Descubren la ancestralidad de los caballos domésticos: un linaje particular dominó Eurasia hace 4.200 años
La domesticación de varias especies animales, como las vacas, los caballos y los perros, ha sido fundamental para la evolución de la historia humana. La ciencia evolutiva busca comprender cómo y cuándo se produjeron estos procesos, y ahora un reciente estudio genético ha aportado nuevos datos sobre la domesticación del caballo, arrojando luz al momento en que este animal comenzó a desempeñar un papel crucial en la historia humana y a los mecanismos detrás de su transformación.
La domesticación de los caballos: un proceso en dos momentos clave
El estudio, publicado en la revista Nature, concluye que la domesticación de los caballos ocurrió en dos momentos clave, y fue un linaje particular el que terminó dominando Eurasia alrededor del año 2.200 antes de nuestra era. Este evento transformó la movilidad humana, facilitando el comercio, la guerra y las comunicaciones, y redefiniendo las conexiones entre las culturas antiguas.
La primera domesticación: un callejón sin salida
Los análisis realizados sobre muestras de ADN antiguo revelan que la primera domesticación del caballo ocurrió hace unos 5.500 años en Asia Central, en lo que hoy es Kazajistán, a manos de la cultura Botai. Sin embargo, esta primera domesticación no se utilizó para el transporte, sino que se enfocaba en obtener carne y leche. Los caballos de esta línea no se dispersaron más allá de esa región y sus descendientes actuales son los caballos salvajes de Przewalski en Mongolia.
El segundo intento: el linaje dominante
La verdadera revolución equina comenzó hace unos 4.700 años en las estepas del oeste de Rusia, donde un segundo linaje de caballos fue domesticado y utilizado para la movilidad. Sin embargo, no fue hasta 500 años más tarde, alrededor del 2.200 antes de nuestra era, que estos caballos se extendieron rápidamente por toda Eurasia, reemplazando a otros linajes locales. En tan solo 300 años, estos caballos podían encontrarse desde lo que hoy es España hasta Rusia, y todos los caballos domésticos modernos descienden de esa línea genética.
La expansión del caballo y su impacto
La domesticación de caballos transformó la historia humana de forma decisiva. Permitió a las sociedades antiguas moverse rápidamente en largas distancias, lo que aceleró el comercio, la comunicación y el intercambio cultural en toda Europa y Asia. Además, el uso de caballos en la guerra, especialmente en carros, cambió de forma radical la naturaleza de los conflictos, facilitando la expansión de los imperios.
Como señala Ludovic Orlando, coautor del estudio y arqueólogo molecular del Centro de Antropobiología y Genómica de Toulouse (Francia), “esto marcó el inicio de una nueva era en la historia humana, en la que el mundo se volvió más pequeño y global. Esta era se extendió hasta la invención del motor de combustión a finales del siglo XIX”.
Un legado que perdura
El biólogo catalán Pablo Librado destaca la importancia del caballo en la historia: El mundo que conocemos hoy ha sido moldeado por los caballos. Desde la expansión de Gengis Khan hasta las ciudades del siglo XIX llenas de carros tirados por caballos, su impacto ha sido inmenso.
La revisión a las migraciones humanas también sugiere que los caballos no jugaron un papel en las migraciones iniciales de las estepas eurasiáticas, lo que implica que, aunque las personas se movían, los caballos no lo hacían en ese momento. Fue solo después de 2.200 años antes del año uno, cuando los caballos comenzaron a desplazarse junto con los humanos por todo el continente.
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