¡Descubre el secreto mejor guardado de la costa de Alicante! La Ruta de las Joyas es un auténtico tesoro escondido a lo largo de uno de los últimos tramos vírgenes de la costa alicantina. Este recorrido por playas y acantilados te llevará a través de paisajes de ensueño, donde el azul del mar se une al verdor de la vegetación mediterránea. La Ruta de las Joyas es un viaje a través del tiempo, donde podrás disfrutar de la tranquilidad y la belleza de un entorno prácticamente inexplorado. Prepárate para descubrir playas de ensueño, calas escondidas y acantilados impresionantes, en un recorrido que te dejará sin aliento.
Descubre la ruta de las joyas de la costa de Alicante
La costa de Alicante atrae a una gran cantidad de visitantes año tras año, principalmente por sus preciosas playas y calas que nos enamoran con sus aguas de intenso color azul.
Sin embargo, este litoral nos ofrece mucho más que días de sol, mar y arena, y es que podemos hacer otras actividades al aire libre como las rutas de senderismo. Por ejemplo, un recorrido muy interesante y de gran belleza paisajística es el Sendero de la Costa de Villajoyosa.
El Sendero de la Costa de Villajoyosa
Este itinerario nos lleva por uno de los últimos tramos vírgenes del litoral alicantino, caminando entre playas por un acantilado frente al Mediterráneo. La dificultad es baja y la duración de apenas 2 horas y media, en las que recorreremos unos 8 kilómetros.
Saldremos desde el puerto pesquero de la localidad de Villajoyosa, famosa por su entramado de casitas de colores. Desde aquí empezaremos a caminar en dirección a la playa del Torres, un arenal semiurbano rodeado de un paseo marítimo y zonas verdes.
Además de contar con todos los servicios necesarios, aquí se ubica la Torre de Sant Josep, el monumento funerario romano mejor conservado de la península, señalan desde Turismo de Villajoyosa.
Continuaremos el camino pasando por pequeños acantilados junto al mar. Así, llegaremos a una de las calas más espectaculares de todo Alicante: Racó del Conill. Oculta entre un paisaje virgen de acantilados y pinares, es un lugar perfecto para relajarse e incluso practicar el naturismo.
Sus suelos de cantos rodados están bañados por aguas limpias y turquesas, y sus fondos marinos están llenos de vida.
La Torre del Aguiló, un poco más adelante, será la última parada de la ruta. Se trata de una construcción defensiva levantada en el siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II, con el objetivo de vigilar y proteger la costa de los ataques de los piratas.
Además, desde este punto podremos contemplar el horizonte de Benidorm, con sus característicos rascacielos que le han hecho ganarse el apodo de la Nueva York del Mediterráneo.
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