Descubre las dos edades críticas en las que nuestro cuerpo envejece de golpe, según un nuevo estudio revelador

Descubre las dos edades críticas en las que nuestro cuerpo envejece de golpe, según un nuevo estudio revelador

El envejecimiento es un proceso natural que afecta a todos los seres humanos, pero ¿sabías que existen dos edades críticas en las que nuestro cuerpo experimenta un envejecimiento acelerado? Un nuevo estudio revelador ha descubierto que, en estos momentos clave, nuestro organismo sufre un declive físico y biológico que puede tener consecuencias importantes en nuestra salud y bienestar. Estas edades críticas son momentos de cambio significativo en nuestra vida, y entenderlas puede ser clave para prevenir y retrasar el envejecimiento. A continuación, te presentamos los resultados de esta investigación innovadora y qué significan para nuestra comprensión del envejecimiento.

Dos edades críticas que pueden acelerar el envejecimiento: ¿qué hay detrás de estos cambios?

Conocer cómo envejece nuestro cuerpo puede permitirnos adaptar nuestro estilo de vida para vivir vidas más largas y saludables. Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista académica Nature Aging apunta a dos momentos muy concretos en nuestra biografía: alrededor de los 44 años y en torno a los 60.

Las transformaciones bruscas que sufre nuestro organismo en estos dos puntos no son, necesariamente, de las más visibles o de las que asociamos normalmente a la edad avanzada (como las canas o las arrugas). Se trata, más bien, de cambios más sutiles y profundos, alteraciones que afectan a nuestros órganos, tejidos o incluso a nivel molecular, pero con un gran alcance en nuestro bienestar.

Dos hitos fundamentales

Para alcanzar estas conclusiones, los autores del estudio analizaron datos obtenidos de 108 participantes del estado americano de California, con edades comprendidas entre los 25 y los 75. A estas personas se les llevó a cabo un seguimiento medio de 1,7 años, con un período máximo de 7 años.

En este tiempo, los voluntarios donaron sangre y otras muestras biológicas cada pocos meses, lo que permitía a los investigadores monitorizar los cambios que se producían en ellas a nivel molecular y de microbioma (es decir, en los microorganismos que habitan naturalmente nuestro cuerpo). En total, el equipo de investigadores rastreó los cambios que se producían en más de 135.000 moléculas y microbios distintos.

Procesos naturales y la importancia del estilo de vida

Observando con este nivel de detalle, los autores se fijaron que en torno al 81% de las moléculas y microbios identificados cambian más a determinadas edades que durante otros momentos de la vida de las personas. Específicamente, encontraron que cuando nos acercamos a los 44 y a los 60 años de edad.

Según afirman, el hito de los 60 años era en cierto sentido esperable, dado que sabemos que a esas edades el riesgo de la mayoría de enfermedades se incrementa de manera muy importante y el sistema inmune de las personas pierde parte de su eficacia. Por el contrario, opinan, el de los 44 años es más sorprendente.

La razón por la que el envejecimiento parece mostrar estos dos momentos clave no está clara. A los 60 años, podría tener que ver con que las células entran en estado de senescencia (una serie de mecanismos que impiden la replicación normal, con el posible fin de frenar la proliferación de mutaciones dañinas). A los 44 años, en cambio, este envejecimiento brusco podría asociarse a factores de nuestro estilo de vida (como el ejercicio que realizamos o la dieta), lo que podría servirnos como una suerte de 'advertencia' para mejorar estos aspectos en todo lo posible.

Implicaciones para la salud

Las alteraciones más notables que hallaron estos científicos se relacionan de manera estrecha con ciertos problemas potenciales para la salud. Por ejemplo, en aquellos en la cuarentena se observaban transformaciones en el número de moléculas relacionadas con el metabolismo del alcohol, la gasolina y los lípidos, así como en las enfermedades cardiovasculares y en las condiciones que afectan a la piel y los músculos.

Similarmente, los cambios moleculares más importantes documentados en los participantes en la sesentena se relacionan con las enfermedades cardiovasculares, la regulación inmune, la función renal, el metabolismo de cafeína y carbohidratos y, de nuevo, en las condiciones que afectan a la piel y los músculos.

Este descubrimiento suscita más preguntas que las respuestas que ofrece, pero al mismo tiempo abre avenidas de investigación nuevas para comprender qué es exactamente lo que sucede en nuestro organismo a medida que envejecemos.

La meta es conseguir que las personas vivimos vidas largas y saludables. Conocer estos cambios puede ser la clave para adecuar nuestro estilo de vida a este objetivo, adaptándolo a cada momento que atravesamos a lo largo de nuestras biografías.

Referencias: Shen, X., Wang, C., Zhou, X. et al. Nonlinear dynamics of multi-omics profiles during human aging. Nature Aging (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s43587-024-00692-2

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