En un descubrimiento científico que revoluciona nuestra comprensión de la relación entre el ejercicio y la salud, una nueva investigación revela que realizar caminatas diarias de tan solo 2 kilómetros puede tener un impacto significativo en la salud de perros y personas por igual. Según los resultados del estudio, esta sencilla práctica diaria puede mejorar significativamente la condición física y emocional de aquellos que la practican, lo que puede tener consecuencias positivas en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades. A continuación, exploraremos los detalles de esta fascinante investigación y cómo puede inspirar cambios en nuestros hábitos diarios.
Caminar con tu perro: un ejercicio que mejora la salud y la autoestima
La inactividad física es un problema creciente tanto para los humanos como para los perros, y se asocia con un aumento del riesgo de enfermedades no transmisibles, así como una reducción de la calidad de vida. Con esto en mente, un estudio piloto realizado por K. Smedberg y E. Lundbeck, de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia, ha evaluado los efectos de un programa de ejercicio conjunto al aire libre, diseñado específicamente para mejorar la calidad de vida y las medidas corporales de los convivientes con perros y los perros.
El estudio contó con la participación de 22 personas y sus respectivos animales, quienes completaron un programa de ocho semanas, caminando al menos 2 kilómetros, dos veces por semana. El principal objetivo del estudio fue evaluar un programa innovador de ejercicio al aire libre, diseñado por la Asociación Sueca de Perros de Trabajo, y financiado por la Asociación Sueca de Aire Libre.
Un enfoque de One Health
El programa tenía como propósito fomentar la actividad física al aire libre y mejorar tanto la salud como la calidad de vida de los titulares de perros y sus mascotas, siguiendo el enfoque de One Health (Una sola salud), que busca integrar el bienestar de humanos y animales al reconocer que comparten estilos de vida y hábitos.
El programa de ejercicio
Los participantes del estudio fueron personas mayores de 18 años, con buen estado físico y mental, que se inscribieron voluntariamente. Se excluyeron personas con enfermedades graves. En cuanto a los perros, debían ser mayores de un año, estar en buena salud y no presentar problemas de comportamiento que dificultaran el manejo durante las actividades.
Tanto los perros como sus responsables participaron activamente en el programa. El programa de ocho semanas incluyó sesiones de jogging (correr al trote) y entrenamientos en circuito para ambos, los humanos y los perros. Los participantes podían elegir entre cuatro distancias de carrera (2, 5, 7.5 o 10 kilómetros), entrenando dos o tres veces por semana, aumentando gradualmente la intensidad y la distancia.
Mejora de la autoestima y la motivación
Aunque no se registraron cambios significativos en las medidas corporales de los convivientes con perros, el estudio sí reveló una mejora considerable en su calidad de vida y, lo más importante, en su autoestima y la aceptación sobre su apariencia física. Los participantes aumentaron la actividad física semanal, alcanzando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual tuvo un impacto positivo en su salud general.
Además, el 86% de los titulares reportó un aumento en la motivación para seguir haciendo ejercicio junto a sus perros, sugiriendo la posibilidad de adoptar cambios de estilo de vida más saludables en el futuro inmediato.
Impacto en la salud de los perros
En cuanto a los perros, los resultados registraron una disminución significativa en su peso corporal, a pesar de que no se hicieron alteraciones en su alimentación. Por lo tanto, la prueba piloto supuso una evidente mejora en su estado físico.
El estudio también quiere subrayar el importante papel que juega el vínculo afectivo entre los titulares y sus perros, ya que este factor fue clave para fomentar la actividad física mutua y mejorar la salud de ambos.
Referencia: A pilot study of a joint outdoor exercise program for dog owners and dogs. K. Smedberg y equipo. Scientific Reports (2024)
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