Descubrimiento histórico en Madrid: Restos de 4.000 años de antigüedad emergen durante la renovación del Castillo de Barajas

Descubrimiento histórico en Madrid: Restos de 4.000 años de antigüedad emergen durante la renovación del Castillo de Barajas

En el marco de la renovación del Castillo de Barajas, en Madrid, se ha producido un sorprendente hallazgo que está revolucionando la historia de la región. Durante las obras de restauración, los excavadores han descubierto restos arqueológicos datados en unos 4.000 años de antigüedad, lo que supone un descubrimiento histórico de gran relevancia. Estos hallazgos nos permiten vislumbrar la existencia de una cultura ancestral en la zona, mucho más antigua de lo que se creía hasta ahora. La noticia ha generado gran expectación entre los expertos y la sociedad en general, y se espera que este descubrimiento pueda arrojar nueva luz sobre la historia de Madrid y su entorno.

Descubrimiento histórico en Madrid: Arqueólogos descubren restos de 2.800 años en el Castillo de Barajas

Una renovación con sorpresa. La remodelación del entorno del Castillo de la Alameda (Barajas) con el objetivo de convertirlo en un parque ha sacado a la luz una serie de importantes hallazgos arqueológicos que demuestran la existencia de poblaciones en la zona y que abarcan desde los años 2.800 a.C. hasta la época visigoda en los siglos VI y VII d.C.

Los restos de mayor antigüedad se remontan al periodo de transición entre el Neolítico y la Edad de los Metales. Entre ellos, se encuentra cerámica de ollas y cuencos de diversos tamaños y sin apenas motivos decorativos que eran cocidos en huecos en el suelo. Estos hallazgos refuerzan la creencia de que esta zona mantuvo poblaciones durante la Primera Edad de Hierro, entre los años 800-500 a.C, con una actividad principalmente agrícola y ganadera.

Los hallazgos arqueológicos han sido trasladados al Museo Arqueológico de Alcalá de Henares para que se examinen y, en un futuro, mostrar de una mejor manera la historia de la Ciudad de Madrid, ha explicado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, en la visita al parque. El delegado ha estado acompañado por el concejal presidente de Barajas, Juan Peña, que ha confesado que existían indicios de que se podían encontrar restos y ha celebrado la renovación del entorno del castillo, que antes era un descampado donde se llevaban a cabo actividades ilícitas como botellones y vertido de residuos.

El nuevo parque abrirá sus puertas el 24 de septiembre y el castillo se puede visitar de forma libre durante los fines de semana. Las obras de renaturalización en esta zona buscan, no solo embellecer el barrio, sino proporcionar un lugar seguro y accesible para los vecinos. Para ello, se han plantado 355 nuevos árboles, 18.252 arbustos y 6.373 m2 de pradera que ofrecerán sombra, reducirán el efecto de isla de calor y proporcionarán hábitats para la fauna local, sobre todo para las mariposas, tal y como explica Natalia Abánades, jefa de obra del proyecto.

Por la presencia del Castillo y del Panteón quisimos apostar por un jardín con tintes medievales. Además, establecimos unas flores donde las mariposas puedan alimentarse y otras donde puedan poner sus larvas. Con esto conseguimos que el ciclo se cierre y seguramente en dos años el cambio de biodiversidad sea muy significativo consiguiendo que no sólo vengan a comer, sino que se establezcan aquí, explica Abánades.

Para el mantenimiento adecuado de la nueva vegetación se ha instalado una red de riego automático para que las plantas reciban la cantidad necesaria, especialmente durante los meses más secos del año. Además, se ha mejorado el sistema de drenaje de aguas pluviales para prevenir escorrentías y mantener la calidad de los caminos. Para las horas nocturnas se ha instalado una red de alumbrado para mejorar la seguridad y se han instalado muros para contener las tierras y abordar los desniveles existentes en el terreno, que ponían en riesgo la seguridad de los ciudadanos. En términos de ocio, se ha colocado nuevo mobiliario urbano, como bancos y papeleras, para fomentar un mayor y mejor uso del espacio público con lugares de encuentro donde descansar, socializar y disfrutar del entorno natural.