Desentrañando el origen misterioso de la frase 'Estar a la cuarta pregunta'
La expresión idiomática Estar a la cuarta pregunta es una de las más misteriosas y enigmáticas que se encuentran en el lenguaje cotidiano. A pesar de su amplia popularidad, pocos saben qué significa realmente y, sobre todo, dónde proviene. En este artículo, nos embarcaremos en un apasionante viaje para descubrir los orígenes de esta frase enigmática, que ha generado tantas especulaciones y teorías a lo largo de los años. ¿Es una referencia a un rito iniciático? ¿Un código secreto utilizado por los iniciados? ¿O simplemente una expresión coloquial que ha evolucionado con el tiempo? ¡Vamos a desentrañar el misterio detrás de esta intrigante frase!
El Misterio de la Frase 'Estar a la Cuarta Pregunta': ¿De Dónde Surge?
La expresión 'estar a la cuarta pregunta' se utiliza comúnmente para describir la pobreza o falta de liquidez en la que se encuentra una persona. Pero, ¿de dónde surge esta frase?
Según la mayoría de las fuentes y expertos, su origen se encuentra en el ámbito policial o jurídico, donde durante los interrogatorios, los acusados eran sometidos a una serie de preguntas estándar: la primera sobre su nombre y edad, la segunda sobre su lugar de nacimiento y profesión, la tercera sobre su religión y estado civil, y finalmente, la cuarta sobre sus bienes y rentas.
La Cuarta Pregunta: La Clave para Entender la Pobreza
Mientras que las tres primeras preguntas solían ser respondidas sin problema, cuando se llegaba a la cuarta, relacionada con los recursos económicos, aquellos sin posesiones respondían negativamente, lo que se convirtió en sinónimo de extrema pobreza. Dado que muchos arrestados pertenecían a las clases más bajas, esta negativa se asoció con la indigencia e incluso con la delincuencia.
Con el tiempo, 'estar a la cuarta pregunta' se popularizó como una expresión coloquial para describir la falta total de recursos económicos.
Una Explicación Alternativa: El Ritual Universitario
Existen, sin embargo, otra explicación que relaciona la expresión con un antiguo ritual universitario. Según esta versión, los estudiantes que deseaban ingresar a ciertas universidades eran interrogados con cuatro preguntas sobre salud, ingenio, amores y dinero: 'Salutem habemus? Ingenium habemus? Amores habemus? Pecunia habemus?'. Se decía que la mayoría respondía afirmativamente a las tres primeras, pero negaba tener dinero, lo que llevó a asociar la expresión con la falta de recursos económicos.
Leyenda Urbana o Realidad
No obstante, muchos expertos consideran esta explicación una leyenda urbana, ya que no hay evidencia documental sólida que la respalde y la explicación más aceptada sigue siendo la relacionada con los interrogatorios judiciales y policiales.
Disfruta de más curiosidades como esta en el nuevo libro de Alfred López: 'Esto es CURIOSÍSIMO'.
Deja una respuesta