Desvelando los secretos de la intimidad: las principales disfunciones sexuales en mujeres

Desvelando los secretos de la intimidad: las principales disfunciones sexuales en mujeres

La intimidad es un tema que, a menudo, se considera tabú en la sociedad. Sin embargo, es fundamental hablar abiertamente sobre los problemas que pueden surgir en este ámbito, especialmente en lo que respecta a las mujeres. Según diversos estudios, más de la mitad de las mujeres experimentan algún tipo de disfunción sexual a lo largo de su vida. En este sentido, es importante desvelar los secretos de la intimidad y abordar los principales problemas que afectan a la salud sexual femenina. A continuación, exploraremos las principales disfunciones sexuales que afectan a las mujeres, sus causas y las formas de abordarlas.

Desvelando los secretos: expertos revelan las causas y soluciones para las disfunciones sexuales en mujeres

Más de la mitad de las mujeres sufrirá una disfunción sexual a lo largo de su vida, según los expertos. Las disfunciones sexuales en las mujeres provocan dificultad o imposibilidad para disfrutar del sexo, evitándolo, en muchos casos, debido a la incómoda sintomatología que presentan.

La prevalencia de las disfunciones sexuales

Según un artículo de la Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la prevalencia de las disfunciones sexuales es de un 33% en la menopausia. Sin embargo, estas pueden aparecer en otras etapas de la vida, siendo las razones muy variadas.

La doctora Dora Alb Lucano, responsable de la Unidad de Terapia Sexual y especialista en Ginecología y Obstetricia de Quirónsalud, explica que se cree que el porcentaje en las mujeres es mayor, pero no se conoce con exactitud, ya que por vergüenza muchas no consultan o lo hace encubierto en una alteración orgánica o cambio fisiológico tipo menopausia, alteración hormonal, falta de lubricación, etc.

Las principales disfunciones sexuales en mujeres

Según la experta, las principales disfunciones sexuales en mujeres serían:

Falta de lubricación

Aunque la falta de lubricación es algo que afecta 81% de las mujeres posmenopáusicas, según algunos estudios, lo cierto es que esto también puede aparecer en otras etapas de la vida generando mucho dolor e incomodidad durante las relaciones. En estos casos, acudir al ginecólogo para saber cuál puede ser su origen y utilizar lubricantes vaginales puede ser clave para evitar que esto afecte a las relaciones sexuales.

Deseo sexual inhibido

También conocido como trastorno del deseo sexual hipoactivo, es una disfunción común, en contra de los que se pueda pensar. Las causas pueden deberse, como se menciona en una actualización publicada en la revista Progresos de Obstetricia y Ginecología, desde a desequilibrios hormonales, hasta a factores psicosociales que deben abordarse, aunque en ocasiones no son fáciles de identificar. Este bajo deseo sexual puede tener un impacto en la baja lubricación y en las relaciones con la pareja.

Anorgasmia

La anorgasmia alude tanto a la ausencia de orgasmo durante las relaciones sexuales como al retraso en poder obtenerlo, tal y como explica el doctor Javier Cambronero Santos, Especialista en Urología y Máster en Sexología Clínica del Hospital Quirónsalud San José. Según este experto, supondrían entre el 5 y el 10% de los casos que acuden a consulta por disfunción sexual. Según la SEGO, las causas habituales de la anorgasmia son psicológicas, siendo poco frecuentes las orgánicas.

Vaginismo

Como indican algunos artículos, el vaginismo es la imposibilidad de mantener relaciones sexuales, debido a que los músculos de la vagina se contraen impidiendo que se produzca la penetración. La causa suele estar en una experiencia previa en el sexo traumática, miedo al posible dolor que puede causar la penetración. Sin embargo, habría que investigar si hay algún componente físico –como una alteración en el himen o endometriosis– que esté provocando dicho miedo al dolor.

Importancia de buscar ayuda

Mantener las disfunciones sexuales en mujeres en secreto puede derivar en un malestar que acabe afectando al propio bienestar y a la relación de pareja. En muchas ocasiones, existe solución, por lo que poner en conocimiento del médico o ginecólogo los problemas que están afectando a una vida sexual saludable es fundamental y no se debe esperar.

Fuentes:

• Cabello-Santamaría, F., & Palacios, S. (2012). Actualización sobre el trastorno del deseo sexual hipoactivo femenino. Progresos de Obstetricia y Ginecología, 55(6), 289-295.
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• Sánchez, L. G., García-Giralda, L., Casas, I., Alfaro, J. V., García-Giralda, F. J., & Egea, L. G. (2007). Disfunciones sexuales femeninas en atención primaria: una realidad oculta. Clínica e Investigación en Ginecología y Obstetricia, 34(3), 90-94.
• Spengler González, L. M., de Dios Blanco, E., Roque Ortega, L., & Maurisset Moraguez, D. (2020). Dispareunia y vaginismo, trastornos sexuales por dolor. Revista Cubana de Medicina Militar, 49(3).
• Vallejo, J. L. G. (2024). Sequedad vaginal. FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 31(2), 101-109.

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