Dueño de una casa en alquiler en Airbnb recibe una sorprendente factura de la luz por 1.500 dólares

Dueño de una casa en alquiler en Airbnb recibe una sorprendente factura de la luz por 1.500 dólares

En un sorprendente golpe económico, un propietario de una casa en alquiler en la popular plataforma de Airbnb se ha visto obligado a enfrentar una impactante factura de la luz que asciende a nada menos que 1.500 dólares. La noticia ha generado conmoción en la comunidad de propietarios y huéspedes de la plataforma, ya que la cifra es exorbitante en comparación con los estipendios habituales. ¿Qué sucedió para que la factura de la luz sea tan alta? ¿Cuál es el papel de Airbnb en este asunto? En las siguientes líneas, profundizaremos en los detalles de este incidente inesperado.

Alquiler de Airbnb se convierte en pesadilla: dueña recibe factura de 1.500 dólares por uso de criptomonedas

Desde su nacimiento en 2008, Airbnb se ha convertido en una de las plataformas más utilizadas por los viajeros a la hora de buscar alojamiento en sus lugares de destino. Sin embargo, en algunas ocasiones puede presentar desafíos inesperados, tanto para los inquilinos como para los propietarios.

Es el caso de Ashley, conocida como @built.with.class en TikTok, una joven anfitriona que alquiló su casa durante tres semanas y cuya historia ya ha captado la atención de miles de personas, con cerca de un millón de visitas en el vídeo publicado en su cuenta de la red social china en el que comparte su experiencia.

En un principio, cuando los inquilinos dejaron el alojamiento, todo parecía estar en orden: la casa estaba en buen estado y le habían dado cinco estrellas de valoración. Sin embargo, la sorpresa para Ashley llegó más tarde, en forma de sobre y sellada como factura.

Una factura eléctrica de 1.500 dólares

Recibí una factura de la luz de 1.500 dólares, explica sorprendida la joven en el vídeo. Intrigada por las razones que habían llevado a ese gasto, Ashley decidió revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad exteriores, y fue cuando descubrió lo que realmente habían estado haciendo sus inquilinos.

No sólo habían conectado una estación de carga para su coche eléctrico, sino que también habían instalado 10 ordenadores para minar criptomonedas, asegura Ashley. Básicamente, esta práctica consiste en el uso de las computadoras para hacer cálculos en masa y obtener nuevas monedas digitales, una técnica que consume mucha electricidad porque los ordenadores gastan energía sin parar. Para ellos era más fácil alquilar una casa, afirma la creadora.

Tras descubrirlos, Ashley se puso en contacto con Airbnb y logró que sus arrendatarios pagasen la factura. Debido a este suceso, ha tenido que añadir dos nuevas reglas a su alojamiento que prohíben de forma explícita tanto la minería de criptomonedas como la instalación de estaciones de carga de vehículos.

Este caso es un ejemplo de los desafíos inesperados que pueden surgir en el alquiler de viviendas a través de plataformas como Airbnb, y la importancia de estar atento a los detalles y establecer reglas claras para evitar este tipo de situaciones.