En un anuncio que ha generado gran expectación en la comunidad, el alcalde Collboni ha manifestado su compromiso de impulsar la descarbonización de la ciudad hasta el año 2030, una meta ambiciosa que busca reducir significativamente la huella de carbono en la ciudad. Además, el jefe del ejecutivo municipal ha expresado su intención de fomentar el ahorro del agua en el próximo período de gobierno, medida que se considera fundamental para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Estas iniciativas se enmarcan en un plan más amplio de desarrollo sostenible y compromiso con el futuro de la ciudad, y se espera que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos.
Barcelona se compromete a ser una ciudad sostenible y climáticamente neutra en 2030
El Ayuntamiento de Barcelona ha reafirmado su compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de convertirse en una ciudad climáticamente neutra en 2030. En un acto celebrado en el Palauet Albéniz, el alcalde Jaume Collboni ha presentado el nuevo Compromiso Ciudadano para una Barcelona + Sostenible 2024-2034.
El compromiso se centra en dos objetivos principales: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 80% en 2030, a razón de un 15% anual, y mejorar la gestión del agua y fomentar su ahorro. Estos objetivos se enmarcan en el proceso de descarbonización de la ciudad y la recuperación de espacios verdes.
Retos de la ciudad entre 2024 y 2026
Con la firma del nuevo compromiso, Barcelona impulsa un nuevo método de trabajo, los retos de ciudad, que están centrados en conseguir un impacto significativo en la sostenibilidad y la acción climática. Los retos prioritarios para trabajar en el período 2024-2026 son la descarbonización y el ahorro de agua.
La descarbonización tiene como objetivo final el ahorro de energía, el fomento de las energías renovables y la eliminación de los combustibles fósiles. En cuanto a la gestión del agua, se marca como objetivo llegar a los 90 litros por habitante y día en consumo doméstico, una reducción del 15% en usos comerciales e industriales y de un 10% en usos municipales.
La situación de emergencia por sequía que ha vivido la ciudad en los últimos tres años apunta a una cronificación de esta situación, que puede sucederse más veces a corto plazo. Este reto quiere favorecer el uso de recursos hídricos alternativos en la ciudad y tomar conciencia colectiva de la necesidad de limitar el gasto de agua en el entorno urbano.
Proceso participativo
El nuevo compromiso ha sido redactado de forma colaborativa, con la participación de entidades ciudadanas, organizaciones empresariales y comerciales, centros educativos, ciudadanos, entre otros. Se ha hecho con una fase de trabajos previos que se han desarrollado durante los años 2022 y 2023, con una participación total de 868 organizaciones y personas y la concreción participada del documento que ahora se firma, en que se han realizado un total de 178 nuevas aportaciones.
El documento, que se ha presentado este martes, fue aprobado por unanimidad por el Consell Ciutadà por la Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona el 7 de mayo.
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