En un movimiento inesperado, el Banco de Japón ha decidido aumentar los tipos de interés y reducir la compra de bonos en el mercado, rompiendo con la tendencia de mantener una política monetaria expansiva. Esta medida ha generado un gran impacto en los mercados financieros, ya que se esperaba que el banco central japonés mantuviera su política de estímulo económico. El aumento en los tipos de interés busca frenar la inflación y estabilizar la economía japonesa, mientras que la reducción de la compra de bonos busca reducir la liquidez excesiva en el mercado. Esta decisión ha generado un gran debate entre los expertos, quienes analizarán las consecuencias de esta medida en el crecimiento económico japonés.
BoJ sorprende con aumento en tipos de interés y reduce compras de bonos en el mercado
En una decisión inesperada, el Banco de Japón (BoJ) ha elevado hoy su tasa de interés de referencia y frenará sus planes de estímulo al reducir a la mitad sus compras de bonos en el mercado.
Sorpresa en Tokio: la mayoría de economistas esperaban que la autoridad monetaria nipona mantuviera la tasa de interés sin cambios en esta reunión. Sin embargo, el BoJ ha optado por subir su tipo de interés principal al 0,25% desde el rango del 0 al 0,1% en que se encontraba.
Además, el BoJ reducirá el ritmo mensual de compra de bonos a alrededor de 3 billones de yenes (unos 18.000 millones de euros) para el primer trimestre de 2026. Este movimiento supone un cambio significativo del BoJ hacia la normalización de su política monetaria.
La decisión se produce en un contexto de gran debilidad del yen, cerca de sus mínimos de más de 34 años frente al dólar, lo que ha obligado al banco central a intervenir en el mercado de divisas. Además, la inflación sigue creciendo en la economía japonesa y se asienta por encima del 2,2% en julio en la tasa subyacente, que excluye energía y alimentos frescos.
En una perspectiva de inflación trimestral actualizada, el BoJ mantuvo su pronóstico para su indicador subyacente prácticamente sin cambios, prediciendo que el crecimiento de los precios se mantendrá alrededor del 2% durante todo el período de proyección hasta marzo de 2027.
El presidente del BoJ, Kazuo Ueda, justificó el aumento de los tipos de interés argumentando que estaría justificado subirlos si se mantiene el objetivo de inflación del BoJ.
El giro hawkish de Ueda puede marcar un punto de inflexión para el maltrecho yen, ya que los inversores se posicionan para un estrechamiento de la brecha de tasas de interés entre EEUU y Japón.
La Reserva Federal (Fed) se reunirá horas después para exponer su decisión de tipos, y cualquier comentario que insinúe la posibilidad de un recorte de tasas en septiembre apoyaría la narrativa de un endurecimiento de la política monetaria.
Aunque la tasa de interés de Japón sigue siendo baja según los estándares globales, ahora está en su nivel más alto desde diciembre de 2008. Con sus planes de reducir la compra de bonos, el BoJ está embarcándose en el camino hacia un endurecimiento cuantitativo (QT) después de un período prolongado de compras de activos que lo dejó con más de la mitad de los bonos pendientes de la nación.
Los recortes en la compra de bonos fueron un poco más agresivos que el consenso del mercado de reducir a la mitad las compras en un período de dos años. Aunque solo alrededor del 30% de los observadores del BoJ predijeron un aumento como sus escenarios base, casi todos vieron el riesgo de un movimiento en julio, según una encuesta de Bloomberg.
El alto grado de incertidumbre previo a la reunión mantuvo al yen y las acciones japonesas en una montaña rusa en los últimos días.
Deja una respuesta