El compuesto clave de las setas mágicas podría ser una nueva esperanza para el tratamiento de la depresión

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El compuesto clave de las setas mágicas podría ser una nueva esperanza para el tratamiento de la depresión

En un descubrimiento que abre nuevas perspectivas en el tratamiento de la depresión, un equipo de investigadores ha identificado el compuesto clave responsable de los efectos psicoactivos de las setas mágicas. Este hallazgo tiene el potencial de revolucionar la forma en que abordamos el tratamiento de este trastorno mental, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según los expertos, el compuesto en cuestión, conocido como psilocybina, ha demostrado ser eficaz en la reducción de los síntomas de la depresión en pacientes que no han respondido a otros tratamientos. Esta nueva esperanza para el tratamiento de la depresión ha generado gran expectación en la comunidad científica y médica.

La psilocibina, un compuesto mágico que podría cambiar el tratamiento de la depresión

Las personas que consumen hongos que contienen psilocibina, también conocidos como setas alucinógenas, suelen vivir una experiencia surrealista en la que se distorsiona su sentido del espacio y el tiempo. Ahora, un estudio constata que esta sustancia altera la actividad del cerebro humano durante semanas.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature, mejoran la comprensión de los efectos de los psicodélicos en la actividad del cerebro y pueden ayudar a desbloquear su potencial terapéutico.

Un estudio revolucionario

Un estudio revolucionario

Detrás del estudio, en el que participan siete voluntarios, hay investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Louis (EEUU), quienes informan de que la psilocibina desordena temporalmente una red crítica de áreas cerebrales implicadas en el pensamiento introspectivo.

Los resultados ofrecen una explicación neurobiológica de los efectos psicoactivos de la droga. Asimismo, sientan algunas bases para el desarrollo futuro de terapias basadas en este compuesto para enfermedades mentales como la depresión y el trastorno de estrés postraumático.

La psilocibina y su potencial terapéutico

La psilocibina se mostró prometedora como tratamiento para la depresión en los años 50 y 60, pero la restrictiva política federal en EEUU sobre drogas de las décadas posteriores impidió casi toda investigación. En los últimos años, sin embargo, la normativa se ha relajado y se ha reavivado el interés por este campo.

Hoy en día sabemos mucho sobre los efectos psicológicos y los efectos moleculares y celulares de la psilocibina, pero no sabemos demasiado sobre lo que ocurre en el nivel que conecta a ambos: el nivel de las redes cerebrales funcionales, afirma el investigador Joshua S. Siegel.

El estudio en detalle

Para avanzar en este sentido, el equipo reclutó a siete adultos sanos para que tomaran una dosis alta de psilocibina o metilfenidato, la forma genérica del fármaco Ritalin, en condiciones controladas.

Cada voluntario se sometió a una media de 18 escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional en los días y semanas previos, durante y hasta tres semanas después de sus experiencias con psilocibina. Cuatro participantes volvieron seis meses después para repetir el experimento.

Los resultados sorprendentes

La sustancia provocó cambios profundos y generalizados -aunque no permanentes- en las redes funcionales del cerebro. En concreto, desincronizó la red neural por defecto, un conjunto interconectado de áreas cerebrales que, normalmente, están activas de forma simultánea cuando el cerebro no está trabajando en nada en particular.

Esta red está conectada a una región llamada hipocampo anterior que participa en la creación del sentido del espacio, el tiempo y de nosotros mismos.

La red neural por defecto permaneció estable en las personas que recibieron metilfenidato.

La pérdida del sentido del yo

Normalmente, la red funcional cerebral de cada individuo es tan distintiva como una huella dactilar. La psilocibina distorsionó las redes cerebrales tan profundamente que los individuos ya no pudieron ser identificados hasta que desaparecieron los efectos agudos.

Los cerebros de las personas que consumen psilocibina son más parecidos entre sí que a los que no consumen, afirma Nico U. F. Dosenbach. Su individualidad desaparece temporalmente. Esto verifica, a nivel neurocientífico, lo que dice la gente sobre la pérdida del sentido del yo durante un viaje.

Advertencia importante

Los autores subrayan que la gente no debe interpretar su estudio como una razón para automedicarse con psilocibina. No está aprobada como tratamiento de la depresión ni de ninguna otra afección y tomarlo sin la supervisión de expertos entraña riesgos.

En un artículo de opinión adjunto, Petros Petridis, del NYU Langone de Nueva York, afirma que el trabajo tiene importantes implicaciones clínicas porque sugiere que la psilocibina podría hacer que el cerebro sea más maleable. Esto podría ser beneficioso para las personas que sufren de patrones rígidos de pensamiento y comportamiento desadaptativos.

No obstante, se necesita más investigación para probar su utilidad como antidepresivo o tratamiento para otras afecciones de salud mental.

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

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