En el proceso de divorcio, las disputas por la custodia de los hijos suelen ser comunes, pero ¿qué pasa con las mascotas? Una pregunta que se ha convertido en un tema de debate cada vez más frecuente en los tribunales. Para muchos, las mascotas son parte de la familia, y la separación puede ser tan dolorosa como perder a un ser querido. En esta entrevista, conocemos la historia de una mujer que lucha por mantener el vínculo con su perro después de la separación. Compartir mascota es como compartir un hijo, no es posible, dice. Descubre su emocionante testimonio y reflexiona sobre el vínculo inexplicable que nos une a nuestros compañeros de cuatro patas.
- La lucha por la custodia: un divorcio que se alarga por la mascota
- El dolor de la separación: compartir mascota es como compartir un hijo
- La ley cambia la forma de pensar sobre la custodia de mascotas en separaciones
- La lucha judicial por la custodia de una mascota: un caso de separación
- La separación amistosa: cómo las parejas resuelven la custodia de mascotas
La lucha por la custodia: un divorcio que se alarga por la mascota
La separación de Javier Ladrón de Guevara fue, inicialmente, bastante civilizada y ausente de grandes conflictos. Sin embargo, cuando su exnovia se fue a Valencia, él pretendía seguirlos en cuanto encontrara trabajo en la capital levantina. Pero, finalmente, ella le expresó que quería cortar la relación.
El problema surgió cuando Javier insistió en mantener la custodia de India, una gata atigrada de ocho meses de edad que ambos habían adoptado cuando vivían juntos. Su exnovia se negó a compartir la custodia de la gata, lo que llevó a Javier a consultar con una abogada y a iniciar un procedimiento judicial.
El dolor de la separación: compartir mascota es como compartir un hijo
La lucha por la custodia de una mascota puede ser tan dolorosa como la separación en sí misma. Es que para mí mi animal es como si fuera mi hijo, expresa Javier Ladrón de Guevara. No tengo hijos porque no, pero yo tengo un animal con todas las consecuencias, para lo bueno y para lo malo, y, evidentemente, que no es un mueble que me pueda repartir tras una separación.
La ley cambia la forma de pensar sobre la custodia de mascotas en separaciones
Desde enero de 2022, la ley considera a los animales seres vivos dotados de sensibilidad, lo que permite considerar a las mascotas como miembros de la familia y dictar custodias compartidas como para los hijos, pero en busca del máximo beneficio del animal.
La lucha judicial por la custodia de una mascota: un caso de separación
El caso de Javier Ladrón de Guevara y su exnovia es un ejemplo de cómo la lucha por la custodia de una mascota puede llevar a un proceso judicial. En este caso, la exnovia aceptó la solución de una custodia compartida, en la que India pasaría seis meses con ella en Valencia y otros seis meses con Javier en Sevilla.
La separación amistosa: cómo las parejas resuelven la custodia de mascotas
No todas las separaciones que involucran a mascotas terminan en contenciosos. Al igual que en el caso de las parejas con hijos, lo más habitual es que los acuerdos se resuelvan de manera amistosa con la intervención o no de un mediador.
En algunos casos, las parejas deciden dejar su acuerdo de custodia plasmado en un documento refrendado por un notario o un juez. Esto les permite tener una mayor seguridad y claridad en cuanto a la custodia de la mascota.
La complejidad de la situación y el hecho de que el titular fuera su exnovio hicieron a Susana acudir a una abogada para que el acuerdo quedara plasmado negro sobre blanco.
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