En un comunicado oficial, el Ejecutivo ha decidido desmentir cualquier tipo de presión sobre los tribunales en relación con la amnistía. Sin embargo, el gobierno ha manifestado su desacuerdo con la forma en que el Supremo ha interpretado esta medida. Según el Ejecutivo, la interpretación del alto tribunal es inapropiada y complicada, lo que genera un clima de incertidumbre y confusión en torno a este tema. Esta respuesta del Ejecutivo ha generado un gran interés en la opinión pública, que espera con ansiedad la resolución de este conflicto.
Gobierno desmiente presiones sobre amnistía y critica interpretación del Supremo
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha negado cualquier intento de presionar a los tribunales para que la amnistía se aplique a los delitos de malversación del procés, tal y como le pide Junts.
Sin embargo, considera que el Tribunal Supremo ha realizado una interpretación que no es correcta de esta norma al considerar que este delito, que se le atribuye a Carles Puigdemont, no es amnistiable. El tenor literal de la ley es claro y lo que ha hecho el Tribunal Supremo interpretándola es prescindir de ese tenor literal, ha pronunciado el ministro de Transportes, Óscar Puente, en una entrevista en Antena3.
Puente ha negado que esté criticando directamente al juez instructor del procés, Pablo Llanera, ni al Supremo, sino que está mostrando su desacuerdo y el del Gobierno con la interpretación de la norma. Precisamente, esta semana ha acusado al Tribunal Supremo de extralimitarse al no aplicar la norma en los casos de malversación, lo que ha provocado las críticas del PP por presionar al Poder Judicial y dejar en pelota al presidente del Tribunal Constitucional al opinar que acabará corrigiendo al Supremo.
Con todo, ha defendido que, dado que la amnistía es una ley aprobada por mayoría absoluta en el Congreso, lo que tiene que hacer el Poder Judicial es aplicarla y no hacer interpretaciones difíciles de entender, puesto que el texto apunta a que los únicos delitos de malversación que no son amnistiables son en los que haya enriquecimiento personal, pero el Supremo considera que este delito lo comete todo aquel que se apropie de bienes ajenos sea cual sea el destino del metálico obtenido. Yo estoy en desacuerdo, el PSOE está en desacuerdo y el Gobierno está en desacuerdo, ha plasmado.
Puente ha asegurado que no ha escuchado el malestar del Tribunal Supremo o del Constitucional tras las críticas por presionar al Poder Judicial. Cuando el Tribunal Constitucional se tenga que presentar ante la ley y tomar decisiones no hace falta que los ministros digan nada porque los magistrados tendrán la presión propia de su cargo, que entraña una enorme responsabilidad y dificultad, ha asegurado Puente, que también cree que la presión será de todo tipo, también social, ya que el texto lleva en boca de los ciudadanos un año.
Según el ministro, lo primero que le debería preocupar al Tribunal Supremo es que haya amnistiados del procés por delito de malversación, en alusión a que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) concedió la amnistía al exconsejero de Interior de la Generalitat Miquel Buch y al mosso d’esquadra Lluís Escolà, que escoltó a Carles Puigdemont en Waterloo (Bélgica) estando huido de la justicia, así como el Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona, que acordó su aplicación al exconseller catalán Francesc Homs, condenado también por malversación.
Por otro lado, sobre la nueva fuga de Puigdemont, Puente ha considerado que el primero que se ha humillado a sí mismo es el líder de Junts con su actuación. Y aludiendo al informe que el Ministerio del Interior remitió a Llarena explicándole que ofrecieron apoyo operativo a los Mossos d'Esquadra para detenerle y estos lo rechazaron, Puente ha insistido en que el Gobierno no tiene responsabilidad sobre la huida.
En el caso de la frontera con Francia, donde sí la tiene, Puente ha argumentado que no era razonable poner controles en los más de 30 pasos fronterizos. El Gobierno no tiene la responsabilidad de que Puigdemont haya entrado, haya hecho la performance y se haya marchado, sino de quien la ostenta y se le ofreció ayuda policial y la rechazó, ha aseverado.
Con todo, ha reconocido que el efímero regreso de Puigdemont ha sido un espectáculo poco edificante, aunque a su juicio lo importante es que Salvador Illa fue investido presidente de la Generalitat.
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