El enigmático objeto que acompaña a Jesús en las primeras representaciones: ¿Un símbolo de magia o de autoridad divina?
En el arte cristiano primitivo, Jesús es frecuentemente representado con un objeto enigmático que ha generado gran curiosidad entre los expertos y estudiosos. Se trata de una especie de bastón o cetro que acompaña al Mesías en algunas de las primeras representaciones artísticas, tanto en pinturas como en esculturas. La pregunta que surge es: ¿Cuál es el significado detrás de este objeto? ¿Es un símbolo de magia o de autoridad divina? En este artículo, exploraremos las diferentes interpretaciones que se han dado a este enigmático objeto y descubriremos su posible significado en el contexto del cristianismo primitivo.
El misterioso objeto que acompaña a Jesús: ¿Magia divina o autoridad sagrada?
Un artículo publicado por la Biblical Archaeology Society ha revelado un interesante descubrimiento sobre la representación de Jesús en el arte cristiano primitivo. En frescos de catacumbas del siglo III o IV, Jesús es representado sosteniendo un objeto que se asemeja a una varita.
El investigador Marek Dospel explica que la imaginería cristiana más antigua también es una ventana al pensamiento teológico de los seguidores de Jesús de los siglos III y IV. Según Dospel, este objeto, a veces llamado virga o rabdos, se representa como grueso y rojizo, o delgado y parecido a una caña.
La presencia de esta varita en las obras paleocristianas ha llevado a varios estudiosos a concluir que los primeros cristianos entendían a Jesús como un mago. Sin embargo, Dospel sostiene que la realidad es más compleja y fascinante.
La influencia de la cultura popular
A juicio de Dospel, influenciados por la cultura pop moderna y personajes literarios como Harry Potter, se nos puede perdonar que interpretemos la misteriosa herramienta como una varita mágica. Sin embargo, la realidad es que para los primeros cristianos, el hecho de que Jesús hiciera milagros con el bastón no era mágico.
Más bien, era intrínsecamente bíblico, recordando a Moisés, quien usó una vara para separar el Mar Rojo y salvar a su pueblo del ejército del faraón durante su audaz huida de Egipto. También era innatamente eclesial, promocionando la supremacía de la Iglesia.
El apóstol Pedro es el único otro personaje del Nuevo Testamento que se puede ver usando una varita para realizar un milagro en el arte cristiano primitivo. En una escena que ilustra una leyenda atestiguada en la literatura apócrifa, Pedro golpea una roca con un palo, en presencia de otras dos figuras que visten capas y tocados militares romanos.
Según la leyenda, Pedro, durante su detención en Roma, abrió milagrosamente un manantial de agua, que luego utilizó para bautizar a sus dos carceleros.
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