La grave situación que atraviesa el Instituto de Medicina Legal de Almería ha alcanzado niveles críticos. La institución se encuentra saturada de cadáveres sin identificar, lo que ha desencadenado una situación de emergencia en la zona. La falta de recursos y la sobrecarga de trabajo han llevado a este escenario, que no solo afecta a la institución en sí, sino también a las familias de las víctimas que buscan respuestas y cierre. La magnitud del problema es tal que se hace urgente tomar medidas para abordar esta crisis y encontrar soluciones que permitan identificar y dar digna sepultura a los fallecidos.
Saturación en el Instituto de Medicina Legal de Almería: cadáveres sin identificar generan emergencia
El Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería se enfrenta a una situación crítica debido a la gran cantidad de cadáveres sin identificar que se han acumulado en sus instalaciones. La mayoría de estos cuerpos pertenecen a migrantes o residentes extranjeros que no han sido reclamados o identificados.
Según informa La Voz de Almería, el colapso es tan grave que ya no entra ni un solo cuerpo más en las instalaciones, por lo que se ha tenido que pedir ayuda a funerarias de la zona para que se hagan cargo de algunos cuerpos. Las instalaciones cuentan con 24 cámaras frigoríficas, nueve de ellas de refrigeración para la conservación temporal de muestras y 15 con un sistema de congelación que hace posible una conservación más larga, a 40 grados bajo cero.
La obligación de conservar los cuerpos
Los IML tienen la obligación de conservar los cuerpos no reclamados de los fallecidos que han sido objeto de pruebas periciales hasta que un juez, mediante auto, obligue a darle sepultura a los cadáveres. Esta labor debe ser realizada por los ayuntamientos de los municipios en los que esos cuerpos hayan aparecido. La agilidad del proceso depende de estos ayuntamientos.
En el caso del IML de Almería, el récord de permanencia en una cámara del depósito de cadáveres lo ostenta un cuerpo que ingresó en julio de 2022 y que aún sigue en el mismo sitio después de dos años y dos meses.
Nuevo protocolo pionero para agilizar las inhumaciones
La delegada territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta en Almería, Rebeca Gómez, ha anunciado un nuevo protocolo pionero que busca agilizar las inhumaciones a un plazo máximo de 50 días. De esta forma, se quiere evitar problemas de capacidad en las cámaras frigoríficas.
Según Gómez, el protocolo establece un procedimiento ágil para inhumar los cadáveres, permitiendo dar sepultura digna a personas que están sin identificar o que no han sido reclamadas de forma que puedan ser después identificadas de cara a posibles reclamantes, al tiempo que permite descongestionar las instalaciones de los forenses.
El objetivo del protocolo es optimizar los recursos materiales y humanos de los IML para que, una vez realizada la autopsia, extraídas las muestras necesarias para una futura identificación y elaborados los informes forenses correspondientes, los jueces autoricen su enterramiento -nunca la incineración- a cargo de los ayuntamientos.
A partir de ese momento, el cadáver deja de ser judicial, por lo que el ayuntamiento competente deberá actuar, conforme a la legislación, en cuanto a los gastos de conservación, traslado y enterramiento por beneficencia, así como el consulado correspondiente en caso de repatriación.
En ningún caso se podrá incinerar un cadáver no identificado y la inhumación debe hacerse en nicho identificado de forma que sea posible la exhumación en caso de que sea identificado. El lugar exacto de la inhumación debe ser comunicado al juzgado de instrucción competente.
Para garantizar la buena coordinación entre todas las partes implicadas, el convenio firmado prevé una Comisión de Seguimiento que se reunirá al menos semestralmente. El protocolo tiene una vigencia de cuatro años prorrogables durante otros cuatro, previos acuerdos expresos de las partes.
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