Después de un período de estancamiento que se prolongó durante un año y medio, el interés extranjero por la vivienda en España vuelve a experimentar un crecimiento sostenido. Según los últimos datos, las compras de viviendas realizadas por residentes foráneos han aumentado un 4%, lo que supone un importante impulso para el sector inmobiliario español. Esta tendencia positiva se traduce en una mayor demanda de viviendas por parte de extranjeros, lo que puede ser beneficioso para la economía del país. En este sentido, es importante analizar las razones que están detrás de este aumento y cómo puede afectar al mercado inmobiliario a largo plazo.
El interés extranjero por la vivienda en España vuelve a crecer: compras de residentes foráneos aumentan un 4,1%
El mercado inmobiliario español ha recuperado el impulso en los últimos meses, gracias a la bajada de los tipos de interés y el renovado interés de los compradores extranjeros. Según los datos difundidos por el Ministerio de Vivienda, la compra de pisos por parte de extranjeros no residentes en España creció un 4,1% en el segundo trimestre de 2024 con respecto al mismo período del año anterior.
Un total de 15.827 viviendas se vendieron a compradores extranjeros no afincados en el país, lo que representa el 8,35% del total de 189.543 operaciones registradas en el segundo trimestre del año. Esta cifra supone una de cada doce transacciones.
La Comunidad Valenciana fue la región donde más viviendas compraron los extranjeros residentes fuera de las fronteras españolas, con un 40,7% de las operaciones. Andalucía, Canarias, Cataluña, Murcia y Baleares también superaron el millar de operaciones. En cambio, en Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Cantabria no se alcanzó el centenar.
La compra de viviendas se recupera en julio y crece un 19,4% tras dos meses de caídas. En comparación con el segundo trimestre de 2023, este año se vendieron a compradores extranjeros 625 viviendas más, lo que supone un crecimiento interanual del 4,1%.
La reactivación del mercado se produce en un momento en el que el sector inmobiliario está pendiente del impacto que tendrá sobre el mercado la supresión de las 'golden visa' anunciada por el Gobierno en abril. La retirada de estos permisos, que permiten obtener visados de residencia a cambio de inversiones por valor igual o superior a 500.000 euros en viviendas, tiene que pasar todavía por el Congreso de los Diputados.
La compraventa por parte de extranjeros no residentes no es la única que se ha reactivado en el segundo trimestre del año. También las operaciones firmadas por extranjeros afincados en España se incrementaron un 6,4% con respecto al año anterior. En total, este colectivo cerró 19.441 transacciones, que sumadas a las de no residentes suponen el 18,6% del total.
Los españoles también contribuyeron a empujar al alza de las compraventas, que crecieron en total un 11,1% con respecto al segundo trimestre de 2023 y un 18,1% con respecto a los tres primeros meses del año. En concreto, los compradores nacionales residentes en el país adquirieron entre abril y junio 153.008 viviendas, mientras que apenas 945 inmuebles fueron comprados por españoles afincados en el extranjero.
El Ministerio de Vivienda también publicó una estadística sobre el importe medio de las transacciones, aunque lo hace con un trimestre de retraso con respecto a las compraventas. De este modo, según las cifras difundidas, el precio medio de los pisos adquiridos en los tres primeros meses del año ascendió a 185.330 euros, un monto un 2,4% superior al registrado a finales de 2023 y un 4,76% por encima del registrado a principios del año pasado.
El importe medio llega a los 406.686 euros en Baleares, la comunidad con los precios más altos, seguida por Madrid, donde la cuantía media se sitúa en 308.628 euros. En cambio, en Extremadura y Castilla-La Mancha las transacciones no llegan de media a los 100.000 euros.
En el caso de los residentes extranjeros, el valor medio de las adquisiciones se sitúa un 6% por debajo de la media nacional. Estos compradores pagaron de media en el primer trimestre 174.063 euros por vivienda. En concreto, el importe medio fue de 165.361 euros por pisos de segunda mano, mientras que los de obra nueva se pagaron a 347.187 euros.
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