El legado aero de Porsche: de sus inicios en 1908 a la conquista del mundo en un vuelo histórico alrededor del globo

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El legado aero de Porsche: de sus inicios en 1908 a la conquista del mundo en un vuelo histórico alrededor del globo

Desde sus humble comienzos en 1908, Porsche ha sido sinónimo de innovación y vanguardia en el mundo del automovilismo. Sin embargo, pocos saben que la historia de esta legendaria marca también está ligada al mundo aeroespacial. En este artículo, exploraremos el fascinante legado aero de Porsche, desde sus inicios hasta la conquista del mundo en un vuelo histórico alrededor del globo. Descubrirás cómo la pasión por la velocidad y la innovación llevó a la marca a romper barreras y alcanzar nuevos límites en el cielo.

La legado aero de Porsche: de sus inicios a la conquista del mundo

Porsche lleva décadas perfeccionando sus motores, y no solo lo ha hecho a través de los automóviles, sino que los ingenieros de la marca también han dejado su huella en la aviación; empezando por el propio Ferdinand Porsche.

El motor aero de Porsche: un legado de innovación y tecnología

El motor aero de Porsche: un legado de innovación y tecnología

En 1908, Ferdinand Porsche se encargó de diseñar el motor para un dirigible militar. Este proyecto marcó el comienzo de la historia aérea de Porsche.

Ferdinand Porsche era director técnico de la división austriaca de Daimler Motoren Gesellschaft, en Wiener Neustadt. Se hizo cargo del proyecto técnico de un motor de cuatro cilindros para el dirigible militar del comandante prusiano August von Parseval.

Porsche en los cielos: la historia de un legado aeronáutico

Un año más tarde, Ferdinand Porsche triunfaba como piloto de carreras. Con el coche llamado Prinz Heinrich, ganó una prueba con una distancia algo inferior a dos mil kilómetros.

Su motor de cuatro cilindros con árbol de levas en la culata, 5.7 litros de cilindrada y 80 caballos de potencia, por supuesto diseñado por el propio piloto, propulsaba el vehículo hasta una sensacional velocidad de 160 km/h.

El PFM: el motor aero que marcó un hito en la historia de Porsche

En 1986, una avioneta Mooney dio la vuelta al mundo con un motor Porsche PFM 3200. Después de más de seis meses, 300 despegues y aterrizajes y 600 horas de vuelo, Michael Schultz y Hans Kampik están a punto de regresar al pequeño aeródromo de Donaueschingen.

El motor aeronáutico, un Porsche PFM 3200 de 3.2 litros, había consumido 23.000 litros de carburante y 30 litros de aceite, había desafiado el calor y el frío y había cubierto 100.000 kilómetros en el aire sin rechistar.

El PFM 3200 no fue en absoluto el primer motor aeronáutico con la firma Porsche. Su historia aérea comenzó en 1908, cuando Ferdinand Porsche era director técnico de la división austriaca de Daimler Motoren Gesellschaft, en Wiener Neustadt.

Los motores de avión fueron un pilar muy importante en la historia de Porsche. Ferdinand Porsche continuó perfeccionándolos para aplicarlos al monoplano Taube (paloma), concebido por el pionero de la aviación austriaca Igo Etrich.

Sus motores aeronáuticos eran realmente eficientes en consumo y prestaciones. En 1935, cuatro años después de fundar su propio estudio de ingeniería en Stuttgart, Ferdinand Porsche dirigió de nuevo sus energías hacia la aviación.

El motor aeronáutico Tipo 55 alcanzaba unos impresionantes 1.000 CV. Le siguieron los tipos 70 y 72, con 16 y 32 cilindros.

En 1955, cuando 'Ferry' Porsche ya ha creado la empresa con el nombre de la familia, se autoriza a Alemania a producir aeronaves con motor (hasta entonces solo planeadores).

Ferry Porsche reconoce el potencial en el campo de los aviones deportivos y ya dispone de un motor adecuado como base para futuros desarrollos en Zuffenhausen: el Porsche 356 alcanza unas magníficas ventas y está equipado con un potente y eficiente bóxer de cuatro cilindros.

Poco después, presenta el primer motor aeronáutico de la posguerra sobre esta base: el tipo 678, que rendía entre 65 y 75 CV.

El mundo de la aeronáutica también tuvo beneficios para los automóviles Porsche. A partir de 1976, la empresa británica Airship Developments desarrolla el SkyShip 500.

En 1981 emprende su vuelo inaugural propulsado por dos motores del tipo 930, los del 911 Turbo. Pilotos e ingenieros aficionados ya habían probado los compactos y potentes motores del 911 en aviones deportivos.

Su fiabilidad y su refrigeración por aire hacían ideal para un avión el musculoso motor plano del 911. Además, generaba una gran potencia con un consumo de combustible relativamente bajo.

Surgió la oportunidad de pasar a la producción con un motor específico para aviones. A principios de los años 80, las mentes creativas del Centro de Desarrollo de Weissach se pusieron manos a la obra: transformaron el motor del 911 en uno aeronáutico con doble encendido, un segundo alternador, engranajes rectos para los árboles de levas y otras modificaciones.

El 8 de agosto de 1982, una Cessna 182 Skylane despegaba del aeródromo de Mindelheim-Mattsies, al sur de Ulm (Baviera), propulsada por el Porsche PFM 3200.

Su misión era completar el programa de homologación del nuevo motor. En 1984, recibe la certificación de las autoridades alemanas y, en 1985, de las estadounidenses.

A partir de 1987, el motor de seis cilindros de Zuffenhausen se fabrica en serie. Ferdinand Porsche contribuyó a la historia no solo en los coches, sino en la aviación.

Incluso hoy en día, el PFM 3200 sigue haciendo sombra a otros motores aeronáuticos de producción. Por ejemplo, una Cessna 182 volando en modo de crucero solo consume 13 litros de combustible en una distancia de 100 kilómetros.

Equipado con un silenciador, el motor es también significativamente menos ruidoso que otros, por lo que pronto se hizo conocido como el 'Flüstermotor' o 'motor susurrante' entre los pilotos.

Sin embargo, su mayor triunfo es su facilidad de manejo: solamente requiere una palanca de mando. A pesar de su superioridad técnica, el motor aeronáutico tuvo poco éxito económico.

El PFM 3200 simplemente apareció en el mercado en el momento equivocado. En contra de todas las previsiones, las ventas mundiales de motores para aviones pequeños se estancaron a finales de los años ochenta.

Los precios relativamente bajos del combustible de aviación, sobre todo en los Estados Unidos, hicieron menos atractiva la actualización de los aviones existentes con el moderno y eficiente motor.

Las entregas solo llegaron a 80 unidades. Sin embargo, para sus pocos y orgullosos propietarios, el PFM 3200 es el motor de avión definitivo.

Sigue siendo objeto de culto entre los pilotos deportivos, porque su rendimiento y fiabilidad son legendarios. Además, la vuelta al mundo de Michael Schultz y Hans Kampik es un recuerdo imborrable.

Y a pesar de todas las pérdidas económicas, hubo una ganancia en términos técnicos: ''Tuvimos que rehacer por completo el motor del 911 para el proceso de homologación en aviación'', comentó Peter W. Schultz.

''Y se nos ocurrieron muchas mejoras en todos los ámbitos que también beneficiaron al coche''.

José Manuel Pérez

Soy José Manuel, un experto en temas de actualidad nacional española y colaborador del Diario Online, un periódico independiente que se caracteriza por ofrecer información veraz y objetiva. Mi pasión por el periodismo me impulsa a investigar a fondo cada noticia para brindar a nuestros lectores contenido relevante y de calidad. Con mi experiencia y conocimientos, me esfuerzo por contribuir al debate público y mantener informada a nuestra audiencia sobre los acontecimientos más importantes en España. ¡Sígueme para estar al tanto de toda la actualidad!

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