- El ministro de Hacienda, Montero, volverá a presentar este semana un proyecto de techo de gasto crítico, pero no prioritario, para los Presupuestos para el próximo ejercicio.
- El Gobierno aprueba techo de gasto y senda de déficit para Presupuestos Generales del Estado de 2025
- Senda de déficit y techo de gasto histórico
- La batalla por los apoyos
- Desafíos y advertencias
El ministro de Hacienda, Montero, volverá a presentar este semana un proyecto de techo de gasto crítico, pero no prioritario, para los Presupuestos para el próximo ejercicio.
En un contexto de gran incertidumbre económica, el ministro de Hacienda, Montero, está preparado para presentar este semana un proyecto de techo de gasto crítico para los Presupuestos del próximo ejercicio. Aunque se trata de una iniciativa considerada no prioritaria, su aprobación sería fundamental para establecer un marco financiero sólido para el país en el futuro. El proyecto busca sentar las bases para una gestión responsable y sostenible de los recursos públicos, lo que permitiría abordar los desafíos económicos actuales y futuros de manera más efectiva.
El Gobierno aprueba techo de gasto y senda de déficit para Presupuestos Generales del Estado de 2025
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, vuelve a presentar el proyecto de techo de gasto crítico para los Presupuestos Generales del Estado de 2025.
Este martes, el Consejo de Ministros aprobará la senda de déficit y el techo de gasto para las cuentas, el paso previo para poder, posteriormente, llevar su proyecto de Presupuestos a las Cortes. Esta es la segunda vez que se intenta aprobar este trámite, después de que Junts bloqueó el primer intento a finales de julio.
Senda de déficit y techo de gasto histórico
Fuentes del Gobierno aseguran que no habrá cambios en la senda de estabilidad, que una vez aprobada tendrá que someterse a la confianza del Congreso. El techo de gasto histórico se establecerá en un máximo de 199.171 millones de euros el próximo año, incluyendo los fondos procedentes de la UE, y la senda de déficit seguirá reduciéndose hasta el 3% del PIB a cierre de 2024 y el 2,5% en 2025.
Si no se logra el apoyo necesario en el Congreso, las cuentas se basarían en los objetivos de estabilidad actualmente vigentes, que dan mayor capacidad de gasto al Estado pero son más estrictos con comunidades autónomas y ayuntamientos.
La batalla por los apoyos
La verdadera batalla no estará en la senda de estabilidad en sí, sino en recabar los apoyos para sacar adelante las cuentas. El Gobierno está empeñado en agotar la legislatura, y fuentes del Ejecutivo aseguran que, al menos por el momento, no hay ningún otro escenario sobre la mesa.
El cupo catalán será clave en las negociaciones. El acuerdo de financiación singular para Cataluña acordado entre PSOE y ERC permitiría a la Generalitat recaudar, gestionar y liquidar todos los impuestos que se pagan en su territorio, abonando después una compensación al Estado por los servicios que presta este en la comunidad.
Desafíos y advertencias
Junts y ERC han advertido que no aceptarán un kalimotxo fiscal y que la respuesta de Cataluña será firme y decidida si el Estado español no cumple con el acuerdo. ERC también ha advertido que si el Estado no cumple, la respuesta de Cataluña será firme y decidida.
Antes de empezar a negociar con sus socios, el Gobierno tendrá que cerrar un acuerdo interno entre PSOE y Sumar para presentar un borrador de Presupuestos apoyado por ambas patas del Ejecutivo.
Sumar reivindica la extensión de los permisos laborales para dedicar tiempo a la crianza, la intervención en el problema de acceso a la vivienda y la reducción de la jornada laboral.
El Ministerio de Trabajo se reunirá con patronal y sindicatos para intentar desbloquear el acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral.
El Gobierno asegura que no adelantará las elecciones aunque fracasen los Presupuestos por falta de apoyos.
No hay intención de adelantar las elecciones, según fuentes del Ejecutivo.
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