En el sur de España se encuentra un maravilloso parque natural que ha sido catalogado como la última selva de Europa. Este increíble lugar destaca por su exuberante vegetación, diversidad de especies animales y paisajes impresionantes. Con una extensión de kilómetros cuadrados, esta reserva natural es un verdadero tesoro de biodiversidad que alberga especies endémicas y en peligro de extinción. La riqueza de su flora y fauna lo convierten en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura. Sin duda, este parque natural representa un oasis de vida en medio de un mundo cada vez más industrializado y urbanizado. ¡Explorar esta última selva de Europa es una experiencia que dejará a todos maravillados!
Descubre la 'última selva de Europa' en el Parque Natural Los Alcornocales
En el pico que sobresale al sur de España, al norte de Tarifa y Algeciras, se extiende el Parque Natural Los Alcornocales, el mayor alcornocal de la Península Ibérica. Con una superficie de 173.61 hectáreas, ocupa mayoritariamente la provincia de Cádiz y un poco de la de Málaga. Los Alcornocales aúnan naturaleza, por la diversidad de paisajes y riqueza medioambiental, y folclore e historia, por los pueblos que lo rodean, la extracción del corcho y la cinegética.
Los Alcornocales, el tesoro natural que debes visitar al sur de España
Además, es el único bosque subtropical de Europa, o sea, en esta zona se dan una serie de condiciones climatológicas similares a las de los bosques tropicales, aunque no alberga tanta diversidad de fauna y vegetación. A Los Alcornocales se les considera grosso modo selva por la humedad que lo caracteriza, creando zonas de laurisilva. Es por eso que a este parque natural se le conoce como la última selva de Europa, tal y como señalan desde Turismo de Cádiz.
Conoce la sorprendente biodiversidad del Parque Natural Los Alcornocales
Como su nombre indica, el alcornoque es el rey de este Parque Natural. Junto a la caza y ganadería, la extracción del corcho es uno de los recursos principales; este se descorcha por turnos cada 9 o 10 años. El alcornoque convive con otras especies vegetales como el quejigo, el algarrobo o acebuches. En las zonas más húmedas habitan muchos reptiles y anfibios, en las sombras hasta once especies de murciélagos y en los ríos libélulas, nutrias o mirlos.
La cercanía con el Estrecho de Gibraltar y el norte de África hace del parque una parada en el flujo migratorios de aves. Es fácil encontrarse en los caminos con ciervos y corzos.
Son varios los pueblos blancos que rodean ese pulmón de Cádiz y que vieron su esplendor durante el dominio árabe por la posición estratégica donde se situaban. Uno de ellos es Jimena de la Frontera, un enclave liderado por su castillo de los siglos XIII-XIV y que alberga yacimientos históricos con pinturas rupestres de la Edad del Bronce.
Una buena opción como punto de partida para visitar Los Alcornocales es Alcalá de los Gazules, un pueblo empinado con construcciones defensivas medievales a pocos kilómetros del punto más alto del parque, el pico Aljibe (1.091 metros). Para completar la visita al espacio natural protegido se puede visitar Castellar de la Frontera, un pueblo amurallado donde disfrutar de carnes de caza, especialmente el venado, el conejo y la perdiz.
El Parque Natural de Los Alcornocales está a unos 60 kilómetros de Cádiz y parte de él pertenece a la región del Campo de Gibraltar. Casi una veintena de municipios rodean o forman parte Los Alcornocales y tres de ellos albergan centro de visitantes: Cortes de la Frontera, Alcalá de los Gazules y Algeciras. En ellas, así como en el portal web del visitante de la Junta de Andalucía, se podrá adquirir información sobre el parque y rutas senderistas o en bicicleta.
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