En un alarmante descubrimiento, Europa se enfrenta a una creciente amenaza para la salud de sus ciudadanos. Las pastillas con símbolos nazis, que han inundado el mercado ilegal de drogas, suponen un peligro latente para aquellos que las consumen. Estas pastillas, decoradas con símbolos nazis y otras imágenes ofensivas, no solo promueven un ideario discriminatorio y peligroso, sino que también contienen sustancias químicas peligrosas que pueden causar daños graves a la salud de los consumidores. En este artículo, exploraremos el origen y la propagación de este problema, y analizaremos los riesgos para la salud que conlleva el consumo de estas pastillas.
Pastillas con símbolos nazis inundan Europa: ¿Qué peligros ocultan?
El pasado envenenado: descubre el peligro que representan las drogas con símbolos nazis
En noviembre del año pasado, la policía holandesa detuvo a un conductor en un control de carretera después de que se saltase una señal de stop. Además de no llevar consigo un carnet de conducir válido y mostrar signos de ir visiblemente bajo el efecto de las drogas o el alcohol, se le incautaron 1.000 pastillas de éxtasis (MDMA) estampadas con la versión nazi de la Reichsalder (el águila imperial en la heráldica alemana) en su versión usada por el régimen nazi en Alemania (esvástica incluida).
La noticia, que recogió en su día el tabloide irlandés Sunday World, podría tener una relevancia meramente anecdótica. Sin embargo, se suma a varios reportes que vienen sucediéndose de un tiempo a esta parte y que documentan la detección en varios países de Europa de drogas con diseños inspirados en la simbología de la extrema derecha y del Tercer Reich.
Drogas con simbología nazi: ¿Qué riesgos enfrentan los consumidores?
La doctora Zoë Dubus, investigadora postdoctoral en historia de los psicodélicos, publicó en su cuenta de X (antes Twitter) una imagen con dos de estas pastillas, entregadas recientemente en Francia y que según informó han empezado a circular por Francia y han sido detectadas desde este año en Suiza, Islandia y Holanda.
Aún no sabemos qué son, pero se van a analizar, continuó: Otras pastillas analizadas hasta el momento contenían MDMA o 2C-B. Así lo recoge la web Saferparty.ch (perteneciente a una organización de reducción de daño que ofrece datos sobre sustancias psicoactivas y sus riesgos así como atención anónima a usuarios), citada por Dubus.
Europa bajo la sombra de las drogas con símbolos nazis: ¿Qué peligros están en juego?
Cabe apuntar, además, que de acuerdo a esta experta ya se habían detectado en otras instancias drogas con otros símbolos nazis: algunas con el logo de las Schutzstaffel (las tristemente famosas SS) en 2019, pastillas con esvásticas en 2022 que contenían LSD, y hace sólo unas semanas la Guardia Civil y la Policía Nacional interceptaron en las Baleares dos toneladas de cocaína marcada, de nuevo, con la iteración nazi de la Reichsalder (según informó el periódico de noticias sobre España en inglés y alemán The Olive Press).
Los riesgos de estas drogas dependen enteramente de su composición, que según estas fuentes puede variar incluso en pastillas con exactamente el mismo aspecto. Por ejemplo, en el caso del 2C-B, estamos hablando de una feniletilamina (y por tanto, emparentada con el MDMA y otras anfetaminas) psicoactiva incluso en dosis bajas, con posibilidades importantes de efectos poco placenteros.
Los psicodélicos no van a cambiar el mundo
Más allá del peligro que suponen para la salud de los consumidores (y que es el mismo que otras presentaciones de las mismas sustancias, considerando en cada caso la dosis), Dubus recuerda que el consumo de drogas psicodélicas o de fiesta no te convierte en un pacifista o un ecologista, al contrario de lo que a menudo creen ciertos grupos de usuarios.
De hecho, argumenta, parece que los psicodélicos pueden reforzar ideologías preestablecidas, como, cita la experta, ha concluido la investigación llevada a cabo por el antropólogo francés David Dupuis y resumida en el portal de la organización de salud mental Mind Foundation.
La existencia de estas pastillas me horroriza. No puedo imaginarme cómo deben de ser los eventos en los que las personas las toman. En el actual contexto político francés, es obviamente aún más preocupante, opina. Los psicodélicos no van a cambiar el mundo. Y hay grupos, cada vez más poderosos, que amenazan nuestras sociedades. Las personas que usan estos productos lo hacen para consolidar su ideología fascista, para sentirse más unidos y más legitimados. Es aterrador.
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