El peligro de planificar demasiado lejos: 'Cuando reservas con seis meses, al llegar el viaje ya no estás en ese 'mood''.

En una era donde la planificación y la anticipación son fundamentales, reservar con meses de anticipación se ha convertido en una práctica común entre los viajeros. Sin embargo, esta estrategia que busca asegurar el éxito de un viaje, puede esconder un peligro latente. De hecho, según expertos y viajeros experimentados, planificar demasiado lejos puede tener consecuencias inesperadas. ¿Qué pasa cuando, después de seis meses de espera, llega finalmente el día del viaje y nos damos cuenta de que ya no estamos en ese 'mood'? ¿Cómo afecta esto nuestra experiencia de viaje y nuestra capacidad para disfrutar del momento? En este artículo, exploraremos los riesgos de planificar demasiado lejos y reflexionaremos sobre las formas de evitarlos.

El peligro de planificar demasiado lejos: viajar sin programar es la nueva tendencia

¿Por qué apurar al máximo para reservar? Descubre las ventajas de viajar sin planificar. La tendencia de viajar reservando en el último momento se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual en España.

Los millennials, los más propensos a viajar sin planificar: 'Es un empoderamiento brutal'

Una encuesta elaborada por la web de comparación de vuelos Skyscanner concluyó que un 20% de los viajeros españoles se ha presentado alguna vez en el aeropuerto sin un destino decidido, reservando un vuelo en ese mismo momento, y un 30% aseguró haber reservado sus vacaciones con menos de cuatro días de antelación.

Un estudio más reciente, elaborado por la agencia de viajes WeRoad, ha señalado a los millennials -los nacidos entre finales de los años 80 y el año 2000- como los más propensos a este tipo de viajes. El 55% de los millennials españoles reservarán last minute sus vacaciones de verano, según esta encuesta.

Viajar a última hora: la nueva forma de disfrutar del viaje sin estrés

Desecha la idea de planificar con meses de antelación: viajar sin programar es la clave para disfrutar. Berta Llanas, una médica residente de Barcelona, decidió que tenía que irse de viaje después de una guardia especialmente dura. El problema era que tenía solo dos días para organizarlo y ni siquiera se había planteado a dónde quería ir.

Entró en Google esa misma noche, buscó el vuelo más asequible a un destino que le resultara interesante y, dos días después, estaba en Albania. Desde hace cinco años lo único que hago es viajar a última hora y he descubierto que la sensación de viajar cuando tú lo necesitas es lo que más me llena, me hace sentir mejor y hace que disfrute más de los viajes, declara Llanas.

Desecha la idea de planificar con meses de antelación: viajar sin programar es la clave para disfrutar

Un número creciente de viajeros españoles están optando por decidir el destino y actividades de sus vacaciones a última hora. La agencia de viajes WeRoad ha señalado que el 60% de las reservas se están haciendo para de aquí a un mes y en torno a un 15% para dentro de menos de una semana.

Es como el alma del del tour porque no son guías al uso, es gente que tiene sus propios trabajos y WeRoad les paga los viajes y unas dietas y, al final, son grupos en los que está todo organizado, pero hay una parte flexible y ahí es donde entra mucho en juego el coordinador, explica Laura Pérez, directora general en España del touroperador WeRoad.

Ventajas de apurar al máximo para reservar

La mayoría de viajeros siguen prefiriendo reservar con tiempo sus viajes tanto por asegurarse poder ir a los lugares más demandados como por ahorrarse el máximo dinero posible en vuelos y alojamientos. Sin embargo, apurar hasta el último momento puede aportar características a un viaje que se escapan de los que han sido minuciosamente organizados con meses de antelación.

Chema Leal, coordinador de WeRoad, admite que él mismo suele organizar sus viajes con tiempo, aunque, como psicólogo, ve una gran ventaja en hacerlo en el último momento. Te permite viajar mucho como el momento de sensación de vida que tengas no la parte emocional, declara el coordinador.

Berta Llanas, por su parte, ha experimentado recientemente las ventajas de un viaje de estas características, que le permitió a ella y a su grupo visitar zonas de Islandia que no habrían visto de haber ido con todo organizado con tiempo.

En Islandia es muy famoso el Blue Lagoon, pero cuando estábamos allí vimos que ya no había plazas, explica la coordinadora. Tuvimos que buscar una alternativa y en lugar del Blue Lagoon fuimos al Sky Lagoon, que nos acabó gustando más porque había un bar, como vistas, con la puesta de sol y la verdad que fue súper bonito e incluso menos turístico. Nos encantó.