El pueblo de Cáceres que se mantiene con vida gracias a la labor altruista de estudiantes y se convierte en un ejemplo de solidaridad
En un testimonio inspirador de solidaridad y compromiso social, un pequeño pueblo de Cáceres ha encontrado una segunda oportunidad gracias a la labor altruista de un grupo de estudiantes. Estos jóvenes, comprometidos con la mejora de su comunidad, han trabajado incansablemente para brindar apoyo y recursos a los habitantes de este pueblo, que estaba en peligro de desaparecer. Su esfuerzo desinteresado ha permitido que la localidad siga viva y se convierta en un modelo de solidaridad y compromiso ciudadano, demostrando que la unión y la colaboración pueden lograr verdaderos milagros.
La labor de amor de estudiantes revive un pueblo de Cáceres
Cáceres es una de las provincias más desconocidas de España, pero no tiene nada que envidiar a las más populares. No es tan turística como otras zonas del país, pero tiene su propio encanto. Tanto es así que hasta uno de sus pueblos, que lleva décadas abandonado, se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los estudiantes, así como el escenario perfecto para grabar un videoclip o una película.
Granadilla, un ejemplo de solidaridad en la provincia de Cáceres
Se trata de Granadilla, un municipio situado en el norte de la provincia de Cáceres. La historia de este pueblo amurallado se remonta a la época musulmana. Fue fundado en el siglo IX como una villa defensiva, pero tuvo que ser desalojado en 1955 por la construcción del embalse de Gabriel y Galán —nombre que recibe en honor al poeta salamantino José María Gabriel y Galán, que vivió en el pueblo—. Se suponía que el agua llegaría a inundar toda la zona, pero finalmente no ocurrió.
Tras la marcha de sus últimos residentes, la villa se convirtió en un pueblo fantasma. Sin embargo, en 1980 fue declarada Conjunto Histórico Artístico. En ese momento, las entidades empezaron a apostar de nuevo por este lugar y entró en el Programa de Reconstrucción de Pueblos Abandonados. Más allá de una restauración de las viviendas y calles del municipio, este plan involucra directamente a los estudiantes.
Estudiantes como guardianes del pueblo
Durante 15 días, los jóvenes se trasladan hasta el pueblo para convertirse en agricultores o ganaderos, entre otros. Los estudiantes se encargan de tareas como la limpieza, reparación, carpintería, albañilería y puntura, así como jardinería y cuidado de huertos.
No solo estudiantes han pasado por este lugar. Granadilla se ha convertido en el escenario perfecto para algunas piezas cinematográficas. Sale al final de la película ¡Átame! de Pedro Almodóvar y en un videoclip de la cantante libanesa Balqees Ahmed Fathi.
La labor de amor de estos jóvenes ha logrado darle una segunda vida a este pueblo olvidado, convirtiéndolo en un lugar vivo y vibrante, donde se respira solidaridad y compromiso con la comunidad.
Deja una respuesta