El riesgo de demencia: pérdida de visión y colesterol alto, dos alarmantes factores de riesgo, según investigación médica
Una investigación médica reciente ha revelado dos nuevos y preocupantes factores de riesgo para desarrollar demencia, un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según los resultados del estudio, la pérdida de visión y el colesterol alto se han identificado como dos de los principales indicadores de riesgo para padecer esta enfermedad. Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la prevención y el tratamiento de la demencia, y ponen de relieve la necesidad de adoptar medidas para reducir el riesgo de desarrollar esta condición debilitante.
Dos nuevos factores de riesgo de demencia: colesterol alto y pérdida de visión
La pérdida de visión no tratada en edades avanzadas y tener alto el colesterol se suman a las 12 factores de riesgo contemplados hasta ahora para el desarrollo de demencias, según un nuevo estudio publicado en The Lancet.
Estos dos nuevos factores de riesgo se asocian al 9% de todos los casos de demencia, indica el estudio, que estima que el 7% de los casos son atribuibles a un nivel elevado de colesterol malo (LDL) en torno a los 40 años, y el 2% a la pérdida de visión no tratada en edades avanzadas.
14 factores de riesgo para la demencia
La lista de factores de riesgo asociados al desarrollo de demencias se compone ahora de 14 causas, que si se abordaran desde la infancia podrían evitar o retrasar casi la mitad de los casos, según The Lancet.
Los otros 12 factores de riesgo identificados por la Comisión Lancet 2020 son:
- Niveles más bajos de educación
- Discapacidad auditiva
- Presión arterial alta
- Tabaquismo
- Obesidad
- Depresión
- Inactividad física
- Diabetes
- Consumo excesivo de alcohol
- Lesión cerebral traumática
- Contaminación del aire
- Aislamiento social
Estos 14 factores están relacionados con el 40% de todos los casos de demencia.
Recomendaciones para reducir el riesgo de demencia
La comisión pide a los gobiernos y a las personas que sean ambiciosos a la hora de abordar los riesgos a lo largo de la vida, pues cuanto antes se enfrenten y reduzcan será mejor.
Algunas de las recomendaciones para reducir el riesgo de demencia son:
- Proporcionar a todos los niños una educación de buena calidad
- Ser cognitivamente activos en la mediana edad
- Tratar eficazmente la depresión
- Reducir la exposición a la contaminación atmosférica mediante políticas estrictas de aire limpio
- Disminuir el contenido de azúcar y sal en los alimentos que se venden en tiendas y restaurantes
- Usar protección para la cabeza en los deportes de contacto y en bicicleta
Estas medidas son especialmente importantes si se tienen en cuenta los nuevos datos que demuestran que reducir los riesgos de demencia no solo aumenta los años de vida sana, sino que también reduce el tiempo que las personas que desarrollan demencia pasan con mala salud.
Se espera que el número de personas que vivan con demencia casi se triplique en 2050, pasando de 57 millones en 2019 a 153 millones. Sin embargo, en algunos países de renta alta, como Estados Unidos y el Reino Unido, la proporción de personas mayores con demencia ha disminuido, sobre todo entre las que viven en zonas socioeconómicamente favorecidas.
Los autores afirman que este descenso se debe probablemente, en parte, al aumento de la resistencia cognitiva y física a lo largo de la vida y a un menor daño vascular gracias a las mejoras en la asistencia sanitaria y los cambios en el estilo de vida, lo que demuestra la importancia de aplicar enfoques preventivos lo antes posible.
Los investigadores consideran vital redoblar los esfuerzos preventivos hacia quienes más los necesitan, incluidos los habitantes de países de renta baja y media y los grupos socioeconómicamente desfavorecidos. Los gobiernos deben reducir las desigualdades de riesgo haciendo que los estilos de vida saludables sean lo más asequibles posible para todos.
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