- El Senado mexicano da luz verde a la reforma judicial que permitirá que la ciudadanía elija a los jueces a través del voto popular
- Senado mexicano da luz verde a la reforma judicial: ¿fin de la independencia judicial?
- Elección de jueces por voto popular: un golpe a la independencia judicial
- Un intento de frenar la discusión
- Un golpe a la democracia mexicana
El Senado mexicano da luz verde a la reforma judicial que permitirá que la ciudadanía elija a los jueces a través del voto popular
En un hitórico paso hacia la democratización del sistema judicial, el Senado mexicano aprobó con mayoría absoluta la reforma judicial que permitirá a la ciudadanía elegir a los jueces a través del voto popular. Esta medida, considerada un cambio revolucionario en la forma en que se seleccionan a los miembros del poder judicial, busca fortalecer la transparencia, la imparcialidad y la responsabilidad en la impartición de justicia. La aprobación de esta reforma senta un precedente importante en la lucha contra la impunidad y la corrupción en México.
Senado mexicano da luz verde a la reforma judicial: ¿fin de la independencia judicial?
Tras una intensa jornada de debate, interrumpida por la irrupción de manifestantes en la cámara y un intento de la oposición de tomar la tribuna, el Senado mexicano aprobó la cuestionada reforma al Poder Judicial que a partir de 2025 permitirá elegir a los jueces por voto popular.
La reforma propuesta por el Gobierno del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, que implica enmendar la Constitución de México, fue aprobada con 86 votos a favor del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, los Partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), y 41 en contra de los partidos de oposición Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC).
Elección de jueces por voto popular: un golpe a la independencia judicial
La reforma judicial, que establece la elección de jueces por el voto popular, crea un órgano disciplinario para vigilar las sentencias que dicten, es vista por sus detractores como un intento de vulnerar la independencia judicial, la democracia mexicana y la división de poderes.
Las críticas no solo han provenido de la oposición mexicana, sino de organismos de la ONU, asociaciones como Human Rights Watch, organizaciones internacionales de abogados y los socios del tratado de Norteamérica, Estados Unidos y Canadá.
La aprobación de la reforma significa que habrá elecciones populares y campañas en el Poder Judicial a partir de 2025, se reducirá de 11 a 9 el número de integrantes de la Suprema Corte y se creara un Tribunal de Disciplina Judicial.
Un intento de frenar la discusión
Durante la sesión, un grupo de opositores a la reforma judicial irrumpieron en el Senado para intentar detener la aprobación del texto, lo que obligó a los legisladores a trasladarse a la antigua sede de la cámara alta para continuar con su sesión legislativa.
El grupo de manifestantes se identificó como trabajadores del Poder Judicial, los cuales cumplen un paro de labores desde hace casi tres semanas en protesta por esta reforma.
Un golpe a la democracia mexicana
La oposición mexicana ha denunciado que la reforma judicial es un intento de vulnerar la independencia judicial, la democracia mexicana y la división de poderes.
La aprobación de la reforma es vista como un golpe a la democracia mexicana y un paso hacia la concentración del poder en manos del Ejecutivo.
El presidente López Obrador buscaba que el Senado aprobara esta reforma, ya avalada por la Cámara de Diputados el miércoles pasado, antes de entregar el cargo el 1 de octubre a la mandataria electa, Claudia Sheinbaum.
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