El Spitz Alemán, la raza canina con una historia de tres tamaños en la región central de Europa.
En el corazón de Europa, específicamente en la región central, se encuentra una raza canina con una historia única y fascinante. El Spitz Alemán, una raza canina originaria de Alemania, ha evolucionado a lo largo de los siglos y ha desarrollado tres tamaños diferentes, lo que la hace destacar entre las demás razas. Desde su origen como perro de caza y pastor hasta su reconocimiento actual como companero de familia, el Spitz Alemán ha demostrado ser una raza versátil y adaptable. En este artículo, exploraremos la historia y las características de esta raza canina, descubriendo por qué es tan apreciada en la región central de Europa.
Conoce a los Spitz Alemanes: la raza canina que combina belleza y protección
Los perros spitz son los más antiguos de Europa central y se encuentran detrás del desarrollo de numerosas razas modernas. Aún hoy se mantiene la teoría de que el spitz procede de los perros de la Edad de Bronce de hace 6.000 años, conocidos como Torfhund (Canis familiaris palustris Rüthimeyer), que se han encontrado bien conservados en yacimientos de Países Bajos, Alemania, Dinamarca, Inglaterra e Irlanda, y que morfológicamente se asemejaban notablemente a los spitz europeos modernos.
El término de spitz proviene del holandés antiguo y se traduce literalmente como ‘picos puntiagudos’, en alusión a su hocico fino y afilado y las orejas pequeñas y triangulares. Se trataba de una raza canina habitual en la alta edad media donde se valoraba su naturaleza protectora como perro guardián, tanto para el ganado como para los viñedos, y también se criaban para el control de plagas.
El grupo de los spitz alemanes
El grupo de los spitz alemanes, técnicamente hablando, está compuesto de tres razas: el spitz tipo lobo o keeshond, el spitz propiamente dicho que hoy nos ocupa y sus tres tamaños, y el spitz enano, más conocido como pomerania.
Desde el año 2003, el spitz pequeño y el spitz mediano están declarados como razas caninas en peligro de extinción y el spitz gigante está clasificado como raza extremadamente amenazada por la institución alemana Sociedad para la preservación de razas de animales domésticos antiguos y en peligro (GEH, por sus siglas en alemán), debido al descenso alarmante de ejemplares.
Distinguiendo entre las variedades de spitz
Distinguir entre las distintas variedades de spitz puede ser complicado, pero en el mundo profesional de la cinología suelen usarse los nombres en su idioma original, lo que ayuda notablemente a identificar cada raza dentro del grupo. Así, el spitz tamaño pequeño (algo más grande que el pomerania) se llama Kleinspitz. El spitz mediano es Mittelspitz y el spitz gigante es Großspitz (más pequeños que el keeshond). Esta división de tamaños se introdujo en 1959.
Mientras que el color de los spitz pequeños y medianos no tiene ningún significado especial, en el caso de los spitz grandes su color se relaciona con el área de cría y distribución donde se desarrollaron estas variedades. El Großspitz blanco se criaba principalmente en el norte y en el centro de Alemania y su uso primordial era como perro guardián y para pastorear ovejas. El color blanco en los perros pastores (así como en los de caza) es de particular importancia para que resulte más fácil distinguirlos a largas distancias o en la oscuridad.
Características y temperamento
Los spitz alemanes son conocidos por su espectacular pelaje abundante y pomposo, característico de todas las razas que componen el grupo de los spitz, junto a sus rasgos faciales similares a los de un zorro. También poseen un temperamento atento y excepcionalmente devoto hacia su guía, atributos muy deseables.
En cuanto a su demanda de actividad física, el spitz alemán reclama más estimulación mental para sentirse equilibrado y pleno que ejercicio propiamente dicho. La convivencia con un spitz, cualquiera sea su tamaño, suele definirse como fácil. Son perros dóciles, excelentes para la obediencia básica, con nulo instinto para la caza y desconfiados de los extraños.
Además, son muy resistentes al clima, gozan de buena salud y son longevos, lo que los convierte en una excelente elección como perros familiares. Con los niños y otros perros presentes en su núcleo familiar son amigables, pero tienden a mostrarse distantes ante personas o animales que no conocen.
No obstante, su instinto protector siempre se debe tener en cuenta y se recomienda la supervisión de adultos en cualquier interacción con niños pequeños, independientemente de si se trata del perro familiar. Si el spitz alemán recibe la socialización apropiada y se le familiariza bien con diferentes entornos y situaciones, disfrutará conviviendo con otras personas y con otros perros.
Para ampliar información sobre el spitz alemán, se recomienda contactar con la Real Sociedad Canina de España (RSCE) o con el primer club mundial de la raza fundado en 1899 y aún en activo, la Asociación del Spitz Alemán eV (Verein für Deutsche Spitze e.V.,).
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