En el mundo de la salud y el bienestar, la relación entre el té y el peso es un tema que ha generado gran interés en los últimos años. Mientras que algunos consideran que el té es solo una bebida refrescante, otros afirman que tiene propiedades que pueden ayudar a controlar el peso corporal. Y es que, según diversos estudios, el consumo de té después de las comidas puede tener un impacto significativo en la forma en que nuestro cuerpo procesa las calorías. En este artículo, exploraremos la sorprendente relación entre el té y el peso y cómo este antiguo brebaje puede ser la clave para mantener un peso saludable.
Descubre el secreto del té que te ayuda a mantener un vientre plano y a controlar tus calorías
Según datos recientes de una investigación del Instituto de Salud Carlos III y la AESAN, un 18,3% de hombres de 18 y más años y un 16,8% de mujeres padecen obesidad. En este sentido, mantener un peso razonable no es una cuestión (sólo) estética, aunque también. Se trata de mantenernos en forma de la mejor manera, y más aún cuando el paso de los años ralentiza de manera negativa funciones básicas como las digestiones.
Sin embargo, si se trata de un problema leve, y lo que queremos es bajar de peso un par de kilos, existe una infusión que, ingerida tras las comidas, es perfecta. Hablamos de la infusión de menta, una planta con propiedades antiinflamatorias, que ayuda al organismo a no retener líquidos, a hacer correctamente las digestiones, a no inflarnos tras las comidas, y a regular la acidez estomacal.
Por si fuera poco, la menta posee cualidades saciantes importantes para evitar la tentación del picoteo entre horas. La manera correcta de utilizar la infusión de menta es tomarla tres veces al día, después de cada comida principal. Entre sus virtudes se encuentra la de mantener el vientre plano.
Propiedades de la hoja de la menta
Las propiedades quemagrasas de la hoja de la menta, esas que ayudan al organismo a metabolizar las grasas correctamente, funcionan en todo su apogeo si hacemos la infusión con la planta fresca. Para hacer tu infusión en casa, coge cuatro hojas de menta fresca e introdúcelas en una cazuela en la que habrás puesto agua a hervir. Cuando haya llegado al punto de ebullición, retira la cazuela del fuego, tápala y deja reposar durante cinco minutos. Para finalizar, cuela el líquido y tómala tibia.
Si eres poco amigo de los sabores de las infusiones, siempre puedes aderezarlas con un poquito de miel. En cuanto comiences a ver los resultados de este preparado de menta sobre tu organismo, se convertirá en el complemento ideal de tus comidas.
El té de menta contribuye a mantener un vientre plano tras las comidas. Al finalizar la comida, una infusión tibia de menta nos ayudará a sentirnos ligeros y a perder peso de manera progresiva. Lo ideal es que, a este hábito alimenticio, sumemos un paseo breve o 40 sentadillas (si no nos apetece salir de casa) para que lo que hemos ingerido no se deposite donde no debe.
La rutina de comer y tumbarnos en el sofá después de las comidas es especialmente nociva para nuestra salud en general. Hacer ejercicio antes no surte el mismo efecto y, por tanto, no nos ayudará en el deseo de perder peso. El orden correcto es: una dieta saludable y equilibrada, un té de menta tibio y 10 minutos de ejercicio antes de reposar.
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