El trabajo a turnos puede tener graves consecuencias para la salud, advierten cinco expertas en Sanidad

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El trabajo a turnos puede tener graves consecuencias para la salud, advierten cinco expertas en Sanidad

Un estudio reciente ha puesto en alerta a la comunidad médica y laboral sobre los riesgos que conlleva el trabajo a turnos para la salud de los empleados. Cinco expertas en Sanidad han advertido que la alteración del ritmo circadiano, propia del trabajo en turnos, puede tener graves consecuencias a largo plazo, como problemas de sueño, estrés crónico, alteraciones metabólicas y un aumento del riesgo de enfermedades crónicas, entre ellas la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

El trabajo a turnos: un riesgo para la salud que no se puede desafiar

En nuestra sociedad, muchos servicios no se detienen por la noche ni durante los días festivos. Hospitales, medios de transporte y fábricas, entre otros, requieren personal disponible en todo momento, lo que da lugar a los trabajos a turnos. Esta modalidad laboral implica una amplia gama de horarios, incluyendo trabajo vespertino o nocturno, turnos irregulares o rotativos y labores de fin de semana o de guardia.

Un problema creciente

Se calcula que entre un 15 y un 20 % de los trabajadores trabajan a turnos en las sociedades industrializadas, abarcando sectores clave como la manufactura, la atención médica y el transporte. En España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), afecta a aproximadamente un 18 % de la población activa. Y esta cifra ha experimentado un incremento paulatino en los últimos años.

Consecuencias graves para la salud

Consecuencias graves para la salud

Aunque son esenciales para muchos sectores, estos horarios presentan algunos inconvenientes, especialmente en términos de salud y bienestar. Varios estudios han demostrado que están asociados con un mayor riesgo de trastornos metabólicos como el sobrepeso o la obesidad. Los trabajadores a turnos presentan un aumento del porcentaje de grasa corporal, dislipemia (alteración en los niveles de lípidos en sangre), hipertensión y diabetes tipo 2, entre otros problemas.

Descontrol del reloj biológico

Los ritmos circadianos –los ciclos naturales que regulan el sueño, la vigilia y otras muchas funciones vitales en nuestro cuerpo– están desajustados en los trabajadores a turnos, especialmente en los que tienen horarios de noche. Durante el sueño nocturno, nuestro cuerpo normalmente se recupera y realiza funciones importantes para mantenernos sanos. Estar despierto a esas horas significa que el organismo no puede realizar dichas funciones como es habitual.

Estilos de vida poco saludables

Los horarios laborales irregulares favorecen que los trabajadores sigan patrones alimenticios desorganizados y poco saludables, duerman peor, tengan una vida más sedentaria, experimenten un aumento de los síntomas de estrés e, incluso, padezcan depresión. Sus dietas son notablemente diferentes a las de los trabajadores con horarios regulares. Incluyen comidas más frecuentes y un mayor consumo de tentempiés o snacks poco saludables.

La clave: dormir y comer mejor

Para mejorar el sueño, se pueden seguir las recomendaciones típicas, como evitar la exposición a la luz antes de dormir y mantener un ambiente tranquilo y oscuro en el dormitorio. Si estas medidas convencionales no son eficaces, pueden considerarse opciones como tomar suplementos de melatonina (cuya eficacia en los trabajadores a turnos ha sido demostrada en un estudio reciente) o establecer una rutina de sueño consistente, durmiendo siempre a la misma hora.

Además, técnicas como la meditación y la actividad física regular pueden ser beneficiosas para manejar el estrés. Planificar las comidas evitará recurrir a opciones menos saludables como los snacks disponibles en máquinas expendedoras. Preparar y llevar al trabajo tentempiés saludables, como fruta, yogur o frutos secos, ayudará a mantener una dieta equilibrada y evitar las tentaciones poco nutritivas cuando el hambre apremia.

Es importante tener en cuenta que la tolerancia a los carbohidratos en horarios nocturnos es menor que durante el día. Según un trabajo reciente, la sensibilidad a la insulina disminuye por la noche. Una posible solución es optar por cenas ricas en proteínas, ya que aumentan la saciedad y potencian la secreción de insulina. Además, se ha demostrado que mejoran el estado de alerta y reducen la somnolencia en trabajadores a turnos.

Por último, no debemos olvidarnos del agua: mantener una hidratación adecuada durante el turno ayuda a combatir la fatiga y mejora la concentración y el estado de ánimo de los trabajadores.

Marina Ramírez

Soy Marina, una autora apasionada por la actualidad nacional española. En Diario Online, un periódico independiente, comparto mis análisis y opiniones sobre los eventos más relevantes de nuestro país. Con mi pluma perspicaz y mi compromiso con la verdad, busco ofrecer a los lectores una visión objetiva y completa de la realidad que nos rodea. ¡Acompáñame en este apasionante viaje a través de las noticias más importantes de España!

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