En el Centro Militar de Cría Caballar de Ávila, se está llevando a cabo un proceso de formación intensivo y especializado para los futuros perros policía. Estos caninos, seleccionados cuidadosamente por su inteligencia, agilidad y olfato, están siendo sometidos a un riguroso adiestramiento para convertirse en excelentes agentes de la seguridad. Con el fin de prepararlos para las misiones más complejas, los instructores del centro militar están implementando técnicas innovadoras y métodos de entrenamiento avanzados. De esta manera, se busca garantizar que estos perros policía estén equipados con las habilidades y la resistencia necesarias para enfrentar los desafíos que se les presenten en su labor diaria.
La ruta de los perros policía: desde la cría hasta la formación en Ávila
Una de las secciones más especiales del cuerpo Nacional de Policía es la que ocupan los perros. Los agentes de cuatro patas son los encargados de velar por la seguridad y ponen sus increíbles habilidades al servicio de la ciudadanía, convirtiéndose en una de las partes más fundamentales del equipo.
Aunque antes de ser oficialmente policías, los perros tienen que pasar por largas horas de entreno y aprendizaje. Es lógico que para realizar trabajos tan delicados, los animales tengan que estar perfectamente adiestrados. Sin embargo, lo que algunos no saben es que esta preparación puede comenzar incluso antes de que se produzca su nacimiento.
El Centro Militar de Cría Caballar de Ávila
En el Centro Militar de Cría Caballar, en Ávila, los agentes realizan seguimientos exhaustivos a los cachorros desde que están en la tripa de su madre para comprobar que todo marcha a la perfección. Esta unidad se creó en 2011 con el fin de criar, socializar y preparar a los perros de trabajo con las aptitudes y las características más idóneas para servir a las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Actualmente, la Unidad de Cría Canina entrega una media de 80 perros al año. Para ello, cuenta con 21 madres con pedigrí, que aumentarán hasta las 24 en los próximos meses, para tener cada año entre 100 y 120 cachorros.
Para elegir a las madres, se tienen varios aspectos en cuenta, como su genealogía, su pedigrí y que no hayan tenido ninguna displasia en al menos cinco generaciones. Los padres son perros que ya están prestando servicios en las diferentes unidades caninas.
En esta escuela canina se lleva a cabo la primera fase de la formación de los cachorros, los cuales posteriormente serán adiestrados en las diferentes especialidades caninas teniendo en cuenta sus capacidades. Estos animales serán los que en un futuro ayuden a detectar drogas, explosivos o incluso encontrar a personas desaparecidas y ayudar a rescatar a otras en peligro.
Pero para ello, una de las cosas más importantes que deben de aprender en la primera fase es a socializar, ya que es en esta fase en la que se potencian los instintos de presa, caza y búsqueda. De esta forma, se les expone a todo tipo de estímulos como a sonidos estridentes, a escenarios interiores y exteriores, al trato con los humanos. para que, llegado el momento, puedan realizar su trabajo bajo cualquier circunstancia sin tener miedo.
Los cachorros que no pasan las diferentes pruebas por tener miedos o instintos poco desarrollados son finalmente puestos en adopción a través de una protectora de animales.
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