Entienda la diferencia entre medicamentos, principios activos y fármacos: clave para una correcta toma de decisiones en el cuidado de la salud

En el ámbito de la salud, es común utilizar términos como medicamentos, principios activos y fármacos de manera indistinta, sin embargo, cada uno de ellos tiene un significado y función específica. La falta de comprensión de estas diferencias puede llevar a confusiones y errores en la toma de decisiones en cuanto al cuidado de la salud. Es fundamental entender la diferencia entre estos conceptos para poder elegir el tratamiento adecuado, evaluar los riesgos y beneficios de cada opción y tomar decisiones informadas. En este artículo, exploraremos las definiciones y características de cada uno de estos términos, para brindarle a los pacientes y profesionales de la salud una herramienta valiosa para una toma de decisiones efectiva en el cuidado de la salud.

Descubre la clave para tomar decisiones informadas en el cuidado de la salud: medicamentos, principios activos y fármacos, ¿qué es qué?

A menudo, en el lenguaje coloquial hablamos de manera indistinta de un medicamento, un fármaco o un principio activo, sin saber que en realidad, aunque similares, son conceptos que hacen referencia a productos de venta en farmacias con matices diferentes.

Cuando el médico elabora una prescripción, la famosa 'receta' como solemos llamarla, puede hacerlo con el nombre comercial del producto (Gelocatil, por ejemplo), o bien nombrando la sustancia responsable de ejercer la acción farmacológica, que sería el principio activo (paracetamol).

El principio activo, responsable de la función del medicamento

Para comenzar a entender cuáles son los puntos en común y las diferencias entre estos tres conceptos, el doctor Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médico Generales y de Familia (SEMG), explica que el principio activo es esa sustancia responsable realmente, la que tiene propiedades, para provocar una acción en el organismo. En este caso, sería la de tratar o prevenir una enfermedad.

El principio activo es la sustancia que entra en nuestro organismo para modificar una función y (potencialmente) curarnos. El nombre del principio activo siempre es el mismo, común para todos los facultativos a la hora de recetar al paciente, aunque después cada laboratorio le ponga un nombre comercial diferente al producto final.

Los excipientes, una parte importante en la composición del medicamento

Los excipientes son una serie de sustancias inertes que se mezclan con el principio activo (o los principios, que puede haber más de uno) con el objetivo de dar forma a los medicamentos, una consistencia diferente en función de si son jarabes, pastillas, sobres efervescentes… Los médicos dictan sentencia: ¿es mejor el agua con gas o sin gas?

Confusión entre fármaco y medicamento

Según el doctor Armenteros, académicamente el fármaco y el medicamento, según la Real Academia, son lo mismo desde un punto de vista genérico. La Organización Mundial de la Salud, sin embargo, se refiere al fármaco como algo enfocado en la sustancia que, una vez introducida en nuestro organismo, va más allá del tratamiento de una dolencia.

Los excipientes sirven para dar formas diferentes a los fármacos. ¿A qué se refiere el experto con 'ir más allá del tratamiento'? A que el fármaco es capaz de modificar una determinada función de nuestro cuerpo; puede prevenir como sería el caso de los anticonceptivos, cuya misión es modificar una función para evitar la concepción, o bien cambiar la inmunidad para ofrecernos la posibilidad de curarnos.

El fármaco, la sustancia que modifica una función del cuerpo

Por lo tanto, el fármaco es la sustancia concreta que, introducida en el cuerpo, puede modificar una función para reparar un daño y curar (potencialmente).

El medicamento, la mezcla de sustancias activas y excipientes

Sí el fármaco es la sustancia, ¿qué es el medicamento? Medicamento es el resultado de la mezcla de una o varias sustancias activas, a las que se añaden determinados excipientes según el resultado que queremos obtener (comprimido, jarabe, pastilla efervescente…) para poder administrarlo.

La diferencia entre fármaco, medicamento y principio activo

En términos generales, entonces, hablamos de fármaco cuando nos referimos a una sustancia que tomamos (en diferentes formas de presentación) y modifica determinada función del organismo. Medicamento es la mezcla de una o varias sustancias envueltas en un excipiente para darle forma farmacéutica y que pueda administrarse. El principio activo es una sustancia que lleva entre sus ingredientes el medicamento, la principal y más presente, que va a cumplir una función determinada.

Por poner un ejemplo, el doctor Armenteros menciona un medicamento, Balzak, para tratar la hipertensión, frenando el estrechamiento de los vasos sanguíneos y haciendo que la presión arterial disminuya. El nombre del medicamento en este caso es Balzak, y tiene tres principios activos que lo componen: olmesartán, hidroclorotiacida y amlodipino, con sus correspondientes excipientes para darle forma farmacéutica.

Los medicamentos genéricos, una opción igual de efectiva

Desde la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria desmienten el bulo popular de que los medicamentos genéricos tienen menor efectividad porque contienen menos cantidad de principio activo, puesto que por ley, deben contener exactamente lo mismo. Lo que puede variar un 20 por ciento es la biodisponibilidad, que hace que se asimile más rápidamente o menos.

Por ello, un medicamento 'de marca' será exactamente igual en cuanto a efectividad que uno genérico, puesto que la cantidad de principio activo debe ser idéntica. ¿Quieres recibir los mejores contenidos para cuidar tu salud y sentirte bien? Apúntate a nuestra nueva newsletter.