En un sorprendente giro de eventos, el Trail de Menorca Camí de Cavalls ha vivido un fin de carrera épico, donde el liderazgo de los 170 kilómetros se decidió en los últimos 50 metros. La emoción y la tensión se palpaban en el aire cuando los corredores llegaban a la meta, después de horas de esfuerzo y dedicación en el camino. La carrera, que se desarrolló en el hermoso entorno natural de la isla de Menorca, puso a prueba la resistencia y la determinación de los atletas, que dieron todo de sí para alcanzar el triunfo. ¿Quién fue el afortunado ganador de este epicazo finale? ¿Cuál fue el secreto de su éxito? A continuación, te contamos toda la historia detrás de esta emocionante carrera.
Trail Running Nacional: Triunfo y Dramático Final en el Camí de Cavalls de Menorca
En el panorama del trail running nacional, pocas carreras ofrecen escenarios tan increíbles como Camí de Cavalls, la carrera que recorre en ambas direcciones la maravillosa isla de Menorca y que supone un reto mayúsculo para los corredores que en ella toman parte a través de sus variadas distancias, siendo 185 km la carrera suprema.
La prueba arrancó este fin de semana desde Ciutadella y pronto se vio que, en la categoría masculina (en la femenina arrasó Claire Bannwarth), se convertiría en una lucha a dos: Pablo Ibáñez y Antoine Guillon. Poco a poco y hora a hora el primero fue abriendo brecha, estabilizándose ese hueco en media hora de renta, una distancia suficiente en cualquier especialidad que no sea la ultradistancia.
Pasó la noche, llegó el día y a falta de tan solo 12 kilómetros para la meta, 26 minutos separaban a ambos corredores. Y llegó el drama: Ibáñez reventó, literalmente, y Guillon, perro viejo, comenzó a recortar diferencias a lo bestia, hasta convertir en un suspiro el hueco entre ambos.
A falta de 100 metros para la línea de meta, y tras 19 horas de carrera en primera posición, Ibáñez era superado por Guillon y terminaba de derrumbarse: ya apenas podía caminar y allí se detuvo, quieto, bañado en sudor y lágrimas inconsolables. Terminó llegando a meta y allí recibió una ovación masiva y el abrazo más emotivo de su gran rival.
En el trail, el respeto y la admiración están por encima de todo. La imagen de Ibáñez, agotado y emocionado, recibiendo el abrazo de Guillon, es una muestra más de la deportividad y el compañerismo que caracteriza a este deporte.
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